43. Sweet Child O´Mine. Guns and Roses

Las Navidades de 2016 empezaron como siempre, rompiendo los boletos de Lotería no premiados y pensando que al menos teníamos salud.

El embarazo había ido bien y la fecha probable de parto apuntaba directamente al día de mi cumpleaños. “Sí, madre, en nochebuena cenamos con vosotros…en principio, no podemos asegurar nada”. Esa era nuestra frase de confirmación a todos los eventos familiares.

Vimos cómo pasaba Nochebuena, cómo pasaba Navidad y como pasaban los dos días previos a mi cumpleaños. Yo no lo decía mucho, pero en el fondo deseaba que la niña naciera el 28 de diciembre, así que cuando llegó el día y pasó de largo me sentí como el niño pequeño que desea un regalo en concreto y recibe muchos otros, pero ese no.

La fecha probable del nacimiento había pasado y este cuarto embarazo estaba durando más que los otros tres. En la última visita, Jero nos comentó que las fechas en las que estábamos no facilitaban el parto. Los nervios, el estrés, las comilonas, los desplazamientos, todos eran factores que impedían que el proceso comenzase.

Llegamos a fin de año y no había ni una sola señal, así que celebramos y comimos las uvas con unos amigos en casa. El día 1 decidimos que Paula se quedaría en casa tranquilamente para relajarse, disfrutar, darse un baño, ver una película, leer un libro, en fin, el tipo de cosas que no se pueden hacer cuando tienes a tres niños revoloteando por la casa. Me fui con ellos a celebrar el primero de año a casa de mi hermano Manuel, donde comimos y pasamos la tarde.

Sweet Child O´Mine

Por la noche, una vez acostados los niños, decidimos ver la comedia “Ocho apellidos vascos”. Al parecer, la risa es una buena herramienta para ayudar a comenzar el proceso de parto. Las cosas empezaron a cambiar. Con el primer chiste de la película, Paula soltó una carcajada que hizo que expulsara el tapón mucoso. En ese momento no me dijo nada, pero el interés por la película empezó a decaer. Al cabo de poco tiempo, se incorporó y decidió que quería darse un baño calentito. Mi ojo de matrón ya me dio el primer aviso y pensé que lo mejor sería intentar dormir un rato mientras pudiera.  Me metí en la cama recordando las sabias palabras de mi padre: “Hijo, duerme rápido que así duermes más”. Había que intentar hacerlo porque podría haber llegado el día.

Y, efectivamente, el día había llegado. A eso de las dos de la madrugada, Paula me despertó para decirme que estaba de parto. Llamamos a las matronas que, esta vez, vinieron en tropel. Estaba todo hablado, nos habían pedido si podían venir un par de nuevas matronas que estaba iniciándose y no tuvimos ningún problema. De nuevo Jero era nuestra matrona de referencia, pero Pepa también se animó. Además de la escuela superior de matronas de la Comunidad de Madrid, vinieron como siempre Pichi y Edu.

A eso de las tres de la madrugada mi casa parecía un garito de Malasaña, pero muy silencioso. Los niños dormían y la idea era despertarles cuando fuera a nacer Jara.

Unos días antes, habíamos sometido a votación popular el nombre del nuevo miembro, o de la nueva miembra, o de la nueva hermana y así me evito la polémica. Las opciones eran variopintas: Tierra, Estrella, Jara, Amedia, y alguno más. Jara obtuvo tres votos y así quedó establecido oficialmente el nombre de la niña que venía a equilibrar esta familia de locos.

Esta vez Paula tenía un deseo. Quería ser ella quien cogiera directamente a la niña. Con las primeras contracciones tomamos nuestra pose habitual, Paula sentada en la taza del váter y yo de pie a su lado para que me use como buenamente quiera.

La cosa parece que va rápida, aunque todos nuestros invitados tienen tiempo de prepararse unos tés y sentarse alrededor de la chimenea, que hemos avivado convenientemente, mientras conversan sobre sus cosas.

Cada vez que salgo y veo esa escena experimento una sensación mezcla de nervios, gratitud y seguridad. Esa imagen la tengo muy guardada en mi memoria. Todos ellos estaban en casa para ayudarnos y la atmósfera que se creó fue algo único. El respeto con el que hablaban casi con señas o la sonrisa que nos ofrecían cada vez que nos miraban, eran igual de reconfortantes que la taza de té calentito que sostenían en sus manos mientras esperaban la llegada de Jara.

Con la idea de poder ser ella misma quien recogiera a la niña, nos desplazamos a la cama que habíamos acondicionado previamente con plásticos, empapadores y toallas. Después de una serie de contracciones que me dejaban los dedos de la mano pegados entre sí, Paula se puso de nuevo a cuatro patas. Rápidamente hice una señal a Pichi para que despertara a los niños y pudieran estar presentes en el nacimiento de su hermana. Ibón y Unai se levantaron, pero África prefirió quedarse al abrigo de su edredón. El jardinero y un par de borrachos que pasaban por la calle prefirieron quedarse fuera, pero el resto estábamos todos dentro de nuestra diminuta habitación. Yo estaba delante de Paula que descargaba todo su peso sobre mis brazos en cada contracción. La sujetaba en cada cántico, en cada trance, mientras el cónclave de matronas estaba al otro lado observando cómo transcurría todo.

Un par de sonidos provenientes de las entrañas y un apretar de dientes para contener el rugido animal, hacen que podamos ver ya la cabeza de la niña. En el siguiente empujón Paula quiere intentar darse la vuelta para agarrar a la niña con sus manos, pero la fuerza de la contracción se lo impide y finalmente es una de las matronas la que la recibe. Jara ya está aquí. Los niños en un extremo de la habitación observan con cierto miedo la escena. A mí se me erizaban los pelos con cada gemido de dolor de Paula, así que entiendo que, más que curiosidad, lo que sienten es un poco de miedo e impotencia de ver a su madre sufrir y no poder hacer nada. Compartir esa sensación con mis hijos fue una de las cosas más bonitas que aprendí aquella noche.

La familia estaba completa y los niños poco a poco fueron subiendo a la cama para conocer a su nueva hermana y reconfortar a su madre con sus pequeños abrazos capaces de dar amor infinito.

La placenta, de nuevo, salió al poco tiempo e intacta y después de la última revisión por parte de las matronas para verificar que estaba todo bien y del desayuno típico de nuestros partos, café con croissants, nos dejaron solos para empezar a disfrutar de la gran familia.

Como siempre, menos en el caso de Unai que no hubo manera como ya bien sabéis, os dejo el video del parto. No es tan explícito como el de Ibón pero si un poco más que el de África, así que hay imágenes que pueden herir la sensibilidad del espectador, pero como también sabéis, el problema es más de los ojos que lo miran, así que ahí va:

Contraseña: Jaruki

Durante el día es cuando me toca responsabilizarme de “mis labores de parto”. Cuidar de Paula, que no la falte de nada, que esté cómoda, que pueda ducharse, que tenga un rato para hablar por teléfono o, simplemente, para estar tranquila con Jara a la teta son la mitad de mis obligaciones. A la vez tengo que dar de desayunar a los niños, ayudar a vestirles, preparar la comida, recoger la casa, ir a por pan, sacar a Truja, jugar con ellos, responder llamadas de enhorabuena y vigilar la chimenea para que no se nos apague. Está claro que no fue tan doloroso, pero si igual de agotador.

Como hicimos con los otros tres, Jara duerme con nosotros desde el primer día para tener acceso a su banco de alimentos particular en cualquier momento. Eso hace que desde la primera noche podamos dormir, a pierna suelta yo y a teta suelta Paula. Dos niños, dos niñas, el padre, la madre y la perrita. Ahora sí que sabemos que la gente murmura a nuestras espaldas con admiración cuando paseamos por el parque.

Bodas de oro

El otro gran acontecimiento del año empezó a gestarse unos meses antes. El 1 de septiembre de 2017 mis padres celebrarían sus bodas de oro, 50 años.

Ya os he hablado de nuestras fiestas sorpresas de cumpleaños en las que damos rienda suelta a nuestra imaginación y a nuestra falta de vergüenza. Actuaciones, imitaciones, improvisaciones, pruebas, poemas, todo vale en ellas. Nos enfrentábamos a la mayor de las efemérides posibles y había que estar a la altura. El equipo creativo, formado por los seis hermanos, se reunió y planeó lo siguiente:

El primer día de su luna de miel, mis padres lo pasaron en el Parador de Gredos, así que cogimos una habitación en el mismo Parador para regalársela por el aniversario. Hasta aquí todo sencillo. Ahora había que inventar una historia para llevar a mis padres hasta allí. Ahí es cuando el talento y la experiencia de tantas fiestas celebradas salieron a la luz para urdir un plan que consiguiera tenerlos totalmente engañados durante un año.

Uno de los programas de televisión que mis padres siguen fielmente es “Saber y ganar”. Usando el formato del programa hicimos una serie de tarjetas con pistas sobre su regalo. Cada uno de los hijos, empezando por el mayor, invitaría un día a comer a los homenajeados y al final de cada comida, les harían entrega de la tarjeta con la pista.

Durante un año, cada dos meses, mis padres recibieron de cada uno de los hijos esas tarjetas, hasta que Blanca, la pequeña, les entregó la última pista.

Ahí quedó eso hasta el día de la celebración. Después de una preciosa ceremonia, en la misma Iglesia donde se casaron 50 años antes, nos desplazamos todos al lugar donde habíamos contratado la comida.

Antes de que llegara nadie, una avanzadilla de nietos se había adelantado al grueso del pelotón y ultimaban los detalles de la sorpresa. Habíamos hecho un atrezo simulando el plató del programa y cuando acabó la comida, a la misma hora que el programa real, comenzó nuestro particular juego de “Saber y ganar”.

Después de unas cuantas pruebas en las que tenían que demostrar las cosas que sabían uno del otro y que generaron un montón de risas entre todos los invitados se les entregó el premio, que consistía en dos noches en el Parador de Gredos. La primera empezaba al cabo de unas cuantas horas. A partir de ese momento, se activaba la segunda parte del plan.

Muy cerca del Parador alquilamos, sin que mis padres supiesen absolutamente nada, una casa rural para ir todos, los 28 que formamos esta gran familia. El objetivo era hacer una reedición de la boda, pero con un toque un poco más nuestro, un poco más alternativo, podríamos decir. Tras la boda vendría el banquete y la fiesta.

El encargado de llevarlos hasta el Parador fue Pichi. A medio camino, nos envió el mensaje que todos esperábamos para partir hacia nuestro destino.

El mismo día, después de dejar a mis padres en el Parador, Pichi puso rumbo a la casa rural donde fuimos llegando todos para preparar lo necesario de cara al día siguiente. Los nervios, las anécdotas del día y reconozcámoslo, un poquito de ron y de ginebra, fueron los ingredientes para una de las noches más graciosas que hemos pasado en familia.

A saber de qué se reían

La agenda del día para mis padres era la siguiente: desayuno, paseo, comida, siesta y, por último, una invitación para una degustación de productos típicos de la zona. Esta última actividad, completamente inventada, fue el gancho que obligaba a mis padres a ir a la casa rural donde todos esperábamos impacientes.

Cuando se levantaron de su siesta, el taxista del pueblo, que conocía la sorpresa, les recogió en el Parador para llevarlos a la “degustación”.

En la entrada de la puerta, las dos nietas y los dos nietos mayores esperaban al taxi. Al apearse, mis padres estaban completamente descolocados: “Pero, vosotros… ¿Qué hacéis aquí?”

¡Vivan los novios!

“Bienvenidos a vuestra boda, acompañadnos”. Mi madre se fue con las nietas que tenían un traje de novia dispuesto para la ocasión. Mi padre se fue con los nietos que tenían el traje de novio esperando.

Mientras se preparaban y trataban de encajar en sus mentes lo que estaba pasando, el resto de los invitados hicimos un pasillo humano en la puerta que daba al jardín y esperamos a que salieran para recibirles con un gran aplauso. “Estáis locos, estáis locos” repetía con la voz entrecortada mi madre.

Lo siguiente era la celebración de la ceremonia. Yo fui el encargado de dirigir la misma. El momento más emotivo de la tarde fueron las lecturas. Esta era la única parte secreta e individual del plan en la que, cada uno de nosotros, teníamos que escribir un texto que expresara lo que habían significado nuestros padres y el mensaje que les quería dar. Ninguno consiguió leer su texto sin tartamudear o sin atascarse por la emoción. 

La «Ceremonia»

Sus manos permanecían unidas, sus ojos vidriosos y sus sonrisas nerviosas mientras escuchaban, orgullosos, todos los discursos de sus hijos. Los frutos de tantos años de privaciones, de trabajo, de amor y de alegría estaban frente a sus ojos y ellos disfrutaban de esa sensación…,” Mira lo que hemos conseguido” decían sus rostros con más humildad que arrogancia. “Todo esto lo hemos conseguido juntos”, se repetían el uno al otro. ¡Qué demostración de amor, de respeto, de paciencia y de valor ha sido y es la vida de mis padres!

El año de preparativos, todas las reuniones para organizar la sorpresa, las mentiras piadosas que tuvimos que contarles, los nervios de los días previos, todo, absolutamente todo, se vio compensado con creces con la cara de felicidad que se les quedó durante unos cuantos días.

El episodio de hoy está siendo bastante viajero, hemos retrocedido a 1967, hemos pasado por el 2017 y, para explicar el porqué de la canción elegida, tengo que volver a retroceder hasta 1988. En 3º de BUP, mi amigo Borja ya era un fan incondicional de la banda americana Guns and Roses y esa pasión me la contagió. El año anterior al gran boom de la formación, nosotros ya éramos fieles seguidores. Ese verano, en los partidos de baloncesto con mis amigos, sacaba mi radio casete y ponía el disco en modo repetición para que estuviera todo el rato sonando. En septiembre de 1989, al volver al colegio, muchos de los que siempre habían criticado mi música, sacudían ahora la cabeza escuchando a los nuevos héroes de la música mundial. A pesar de convertirse en un grupo de masas yo continué adorando al grupo y el “Sweet Child O´mine” se convirtió en mi canción favorita, lo mismo que le pasó a millones de jóvenes de todo el mundo.

He tenido la suerte de poder verlos en dos ocasiones que bien recordaréis por el episodio del bocadillo milagroso y las dos veces con mis amigos de la infancia.

Jara no podía tener otra canción porque ella tiene ojos de los cielos más azules, y si pensaran en la lluvia,
odiaría mirar en esos ojos y ver una brizna de dolor.

She’s got a smile that it seems to me
Reminds me of childhood memories
Where everything was as fresh as the bright blue sky
Now and then when I see her face
She takes me away to that special place
And if I stare too long, I’d probably break down and cry

Whoa, oh, oh
Sweet child o’ mine
Whoa, oh, oh, oh
Sweet love of mine

She’s got eyes of the bluest skies
As if they thought of rain
I’d hate to look into those eyes and see an ounce of pain
Her hair reminds me of a warm safe place
Where as a child I’d hide
And pray for the thunder and the rain to quietly pass me by

Whoa, oh, oh
Sweet child o’ mine
Whoa whoa, oh, oh, oh
Sweet love of mine

Whoa, yeah
Whoa, oh, oh, oh
Sweet child o’ mine
Whoa, oh, whoa, oh
Sweet love of mine
Whoa, oh, oh, oh
Sweet child o’ mine
Ooh, yeah
Ooh, sweet love of mine

Where do we go?
Where do we go now?
Where do we go?
Ooh, oh, where do we go?
Where do we go now?
Oh, where do we go now?
Where do we go? (Sweet child)
Where do we go now?
Ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay
Where do we go now?
Ah, ah

Where do we go?
Oh, where do we go now?
Oh, where do we go?
Oh, where do we go now?
Where do we go?
Oh, where do we go now?
Now, now, now, now, now, now, now
Sweet child
Sweet child of mine

Tiene una sonrisa que me parece
Me recuerda a los recuerdos de la infancia
Donde todo era tan fresco como el cielo azul brillante
De vez en cuando cuando veo su cara
Me lleva a ese lugar especial
Y si me quedo mirando demasiado tiempo, probablemente rompería a llorar
Whoa, oh, oh
Dulce niña mía
Whoa, oh, oh, oh
Dulce amor mío
Ella tiene ojos de los cielos más azules
Como si pensaran en la lluvia
Odiaría mirar en esos ojos y ver una onza de dolor
Su pelo me recuerda a un lugar cálido y seguro
Donde de niño me escondía
Y rezaba para que los truenos y la lluvia me dejaran tranquilo
Whoa, oh, oh
Dulce niña mía
Whoa whoa, oh, oh, oh
Dulce amor mío
Whoa, yeah
Whoa, oh, oh, oh
Dulce niño mío
Whoa, oh, whoa, oh
Dulce amor mío
Whoa, oh, oh, oh
Dulce niño mío
Ooh, sí
Ooh, dulce amor mío
¿A dónde vamos?
¿A dónde vamos ahora?
¿A dónde vamos?
Ooh, oh, ¿a dónde vamos?
¿A dónde vamos ahora?
Oh, ¿a dónde vamos ahora?
¿A dónde vamos? (Dulce niño)
¿A dónde vamos ahora?
Ay, ay, ay, ay, ay, ay, ay
¿A dónde vamos ahora?
Ah, ah
¿A dónde vamos?
Oh, ¿a dónde vamos ahora?
Oh, ¿a dónde vamos?
Oh, ¿a dónde vamos ahora?
¿A dónde vamos?
Oh, ¿a dónde vamos ahora?
Ahora, ahora, ahora, ahora, ahora, ahora, ahora
Dulce niña
Dulce niña mía

1. Jealous Guy. John Lennon.

En mi casa siempre hemos escuchado música. Mis padres tenían una gran colección de discos de música clásica que estaban ...

2. Moonlight Shadow. Mike Oldfield

Antes de empezar a contaros mis aventuras infantiles me gustaría hacer una pequeña reflexión. La semana pasada murió uno de ...

3. Siempre estás ahí. Barón Rojo

En el verano de 1981 ocurrió un evento que sin duda marcó mi vida y la de mis hermanos. Para ...

4. Cantante urbano. Topo

Primeros años 80, la movida madrileña triunfaba, libertad, transgresión, todo eso me quedaba todavía un poco grande y no sabía ...

5. Here I go again. Whitesnake

Como ya he comentado anteriormente nunca fui muy buen estudiante, me costaba muchísimo poner los codos sobre la mesa y, ...

6. Blood on blood. Bon Jovi

Así, entre canastas y canciones, llegó un momento que, visto desde la perspectiva del tiempo, definiría los siguientes periodos de ...

7. We´ll burn the Sky. Scorpions

A pesar de mis problemas iniciales de adaptación, el año de 1º de BUP estaba decidido a perseguir mis sueños, ...

8. Kayleigh. Marillion

Una de las cosas que mis padres me permitieron a pesar de ir aprobando únicamente educación física e inglés, qué ...

9. Cum on feel the noize. Quiet Riot

El segundo curso de BUP transcurrió de manera muy similar al primero. Yo empezaba todos los años con unos propósitos ...

10. Can´t Stop this feeling. REO Speedwagon

En el post de hoy me voy a tomar una licencia. El mes de marzo es un mes que está ...

11. Luanne. Foreigner

Continuamos donde nos quedamos antes del paréntesis de mis padres, ya en el último año del colegio. Aquel fue un ...

12. Hysteria. Def Leppard

Dibujo realizado por el primo Mike y por mí. Borja y yo fuimos a la actuación que realizaron en el ...

13. Heaven Tonight. Waysted

El segundo año de la Universidad las cosas proseguían casi, casi, en la misma línea. Aprobaba más o menos bien ...

14. Dreams. The Cranberries

En un abrir y cerrar de ojos ya estaba en el último año de la Universidad y me acercaba de ...

15. Summer of ´69. Bryan Adams

Para obtener el título oficial de Técnico de empresas y actividades turísticas no era suficiente con completar los tres años ...

16. Making Believe. Social Distorsion

Después de conseguir aprobar la reválida y de mi instante de fama, me tocó hacer frente a la llamada de ...

17. You Shook me all night long. AC/DC

Mi entrada en la La Leyenda no pudo ser mejor. Como ya he comentado, mi hermano Luis me abrió el ...

18. Kiss me deadly. Lita Ford

En el segundo año de ADE las cosas iban bien. Iba sacando todas las asignaturas, aumentaba mis interacciones sociales con ...

19. Descending. The Black Crowes

Como todos los años, mi amigo Víctor y yo empezamos a preparar nuestro viaje de esquí unos meses antes. El ...

20. Special. Garbage

Afrontaba el cuarto y último curso de la universidad con el expediente totalmente limpio de asignaturas anteriores y dispuesto a ...

21. Salir. Extremoduro

Las discusiones en clase para decidir el destino del viaje de fin de carrera fueron bastante intensas. Al final nos ...
Primeros minutos en Leeds 1999. Unfinished Sympathy

22. Unfinished Sympathy. Massive Attack

Nuestra primera opción, cuando llegamos a Reino Unido, fue la de intentar la aventura en Londres, así que los primeros ...

23. Romeo and Juliet. Dire Straits

Entrábamos en un nuevo siglo y, a pesar de todas las amenazas y profecías, el mundo siguió girando y nada ...

24. Sometimes. James

Cuando llegué a Madrid las puntas de mi pelo seguían blancas por el tratamiento de decoloración al que había sometido ...

25. La leyenda del tiempo. Camarón

De nuevo me encontraba a las puertas del verano, con una titulación más y en búsqueda de un trabajo que ...

26. Pure. Lighting Seeds

Calle 54 era un proyecto de varios socios, todos con experiencia en dos tipos de sectores, el cine y el ...
Malandragem. Cassia Eller

27. Malandragem. Cassia Eller

Cuando te encuentras en un momento tan feliz como en el que yo estaba, los días pasan sin darse cuenta ...

28. Black. Pearl Jam

Metidos ya en pleno mes de agosto, empezamos a dar forma al proyecto que nos iba a convertir en empresarios ...
Un suspiro acompasado

29. Un suspiro acompasado. Robe

Hasta ahora siempre he seguido una misma estructura en mis relatos, os cuento mis recuerdos de la época en cuestión ...

30. Disarm. Smashing Pumpkins

A pesar de las interminables jornadas que hacíamos en el Nham, esa época de mi vida tiene un hueco en ...
Voglio verte danzare. Franco Battiato

31. Voglio vederti danzare. Franco Battiato

La boda, Voglio vederti danzare. Lo primero que tuvimos que hacer fue fijar la fecha de celebración. Queríamos que fuera ...

32. Shame on you. Gun

Como ya sabemos, la dicha dura poco en la casa del pobre y aunque pudimos disfrutar de tres días de ...

33. One Headlight. The Wallflowers

En la familia de mi padre hay dos eventos familiares que consiguen reunirnos a muchos de los tíos, primos, sobrinos, ...
Missing you

34. Missing you. John Waite

Lo primero que Paula me dijo nada más levantarme el día de mi 35 cumpleaños, mientras veía las calles de ...
Bat Out of Hell

35. Bat Out of Hell. Meat Loaf

Una soleada mañana de enero, de esas que abundan en Madrid, en la que el frío se compensa con los ...
By your side

36. By your side. Sade

El sofocante calor seguía golpeando sin piedad el asfalto de Madrid y a pesar de todas nuestras medidas preventivas y ...
King George

37. King George. Dover

King George. No recuerdo bien cuándo nos mudamos al piso de Las Rozas, pero sí sé que fue durante la ...
Bobby Jean. Bruce Springsteen

38. Bobby Jean. Bruce Springsteen

Una vez instalados en la nueva casa, nos pusimos manos a la obra con uno de los proyectos que más ...
Échale, échale

39. Échale, échale. Mártires del Compás

Como todos los meses de octubre comenzábamos de nuevo la temporada de fútbol y yo seguía acumulando partidos y goles, ...
So in love with you

40. So in love with you. Texas

¡Quiero una casa con chimenea! Esa era la última de mis exigencias nunca cumplidas. Por fortuna, la nueva casa contaba ...
Us against the world

41. Us against the world. Coldplay

La obsesión de Unai durante aquellas navidades fueron los villancicos. Campana sobre campana, los peces en el río, pero sobre ...
Sandstorm. Darude

42. Sandstorm. Darude

Durante estos casi once meses que llevamos conociéndonos, una de las cosas que más me han o habéis, para hacerlo ...

43. Sweet Child O´Mine. Guns and Roses

Las Navidades de 2016 empezaron como siempre, rompiendo los boletos de Lotería no premiados y pensando que al menos teníamos ...
Don´t Stop Believing

44. Don´t Stop believing. Journey

El nacimiento de Jara no vino precisamente con un pan debajo del brazo. A principios del 2018 recibimos una carta ...

45. What you give. Tesla

Mi corazón latía con fuerza, los músculos de las piernas empezaban a doler y la cabeza empezaba a mandarme mensajes, ...
Times Like These

46. Times like these

Aunque ya había dejado el fútbol hacía tiempo, seguía manteniendo el contacto con mis compañeros del Sallema que, de vez ...
So Long Marianne

47. So Long Marianne. Leonard Cohen

En la segunda mitad del año 2020 nos taparon a todos la boca. El uso de la mascarilla se hizo ...
Next to me

48. Next to me. Imagine Dragons

¡Beep, beep, beep…! La alarma. Saco un brazo de debajo de la sábana y deslizo la pantalla de mi móvil ...
Lo bueno y lo malo

49. Lo bueno y lo malo. Duquende

¡¡¡¡Puuuuffff!!!! No sé por dónde empezar. Habrá que hacerlo por orden. Disculpad si notáis un estilo un poco atropellado, se ...
Cincuenta sin darme cuenta

50. Cincuenta sin darme cuenta

Hoy me he levantado prontito, quiero encender la chimenea, desayunar tranquilamente y ponerme a escribir la última canción del año ...

14 comentarios en «43. Sweet Child O´Mine. Guns and Roses»

  1. Uffff menuda llorera…hoy por dos….increíble todo…que bonita familia….es lo mejor que nos pueden dejar nuestros padres..amor ,unión respeto y esw gran ejemplo para las siguientes generaciones y en consecuencia para la sociedad….mi más enhorabuena a todos,a tus padres y a vosotros…gracias por compartir…me llega al ❤ será que soy de una gran familia también,no hay nada mejor que formar parte de la tribu!!!!!👩‍👦👨‍👦👨‍👦‍👦 👨‍👩‍👧‍👧
    Bellísimo lo que cuentas y ese parto!!!!
    Gracias Gracias y Gracias
    Un gran abrazo!!!!🥰🥰🥰

    • No es mi intención causar lloreras, pero bueno, mientras sean de alegría me valen!!! Gracias por tus palabras semanales!!!!

  2. Me encanta el parto de Jara…charlando, tranquilos, con respeto…maravilloso maravilloso.
    Los 50…lo más! Y ahora te llegan tus 50…estás hecho un chaval!

  3. He disfrutado mucho leyendo los dos grandes acontecimientos del 2017. Muchas gracias por compartir las alegrías de tu vida y las profundas emociones. Un beso. PalomaC

  4. Que bonito viajar en el tiempo contigo Spachur, qué manera más maravillosa de mirar atrás … No quiero que termine… Bienvenida compañera del 2 de Enero a esta maravillosa historia ❤️

  5. Spot on with this write-up, I really think this web site needs much more attention. I’ll probably be back again to see more, thanks for
    the advice!

Los comentarios están cerrados.