En el post de hoy me voy a tomar una licencia. El mes de marzo es un mes que está lleno de cumpleaños de gente importante para mí, amigos, cuñado, suegra, pero especialmente de dos personas, mis padres. Así que, hoy quiero hablaros, desde mis vivencias, más de ellos que de mí.
Los dos vienen también de familias numerosas lo que ha originado que el número total de primos entre la familia de mi madre y la de mi padre supere el medio centenar, hecho que nunca deja de sorprender al que conoce el dato por primera vez. Supongo que el hecho de crecer junto a tantos hermanos también influyó en la manera de ser de mis padres. Los dos han sido y son personas muy creyentes y siempre han tratado de mostrarnos a mis hermanos y a mí ese camino como una posibilidad, sin imposiciones, simplemente han dejado que su ejemplo y sus creencias iluminaran nuestra trayectoria y cada uno al final ha elegido o ha interiorizado lo que ha querido, pero si tuviera que elegir una sola cosa entre todas las que nos han enseñado en este sentido y que todos hemos integrado en nuestras vidas, creo que sería la de amar al prójimo como a uno mismo porque realmente siento que es la mejor manera de vivir. Evidentemente, somos seres humanos y en ocasiones no somos capaces de hacerlo, pero lo intentamos… aunque hay cada uno por ahí que nos obliga a repetir mentalmente la frase muchas veces seguidas para encontrarle el sentido.
Nosotros hemos sido la típica familia en la que el padre trabajaba siempre hasta tarde y la madre dedicaba todo el día al cuidado de los hijos y la casa, lo que hizo que durante nuestra niñez, adolescencia y juventud mi madre fuera el poli bueno y mi padre el poli malo.
De mi padre recuerdo llevarnos por las mañanas al cole y ya no volver a verlo hasta las diez de la noche los días que le veía porque, muchas veces, ya me había ido a dormir o me había metido en la habitación para evitar, o mejor dicho posponer, la bronca por algo que hubiera hecho. La bronca en sí me caía al día siguiente en el trayecto al cole, pero al menos había podido dormir tranquilo. También recuerdo bien cuando nos llevaba a alguna tienda de deportes a comprar ropa o zapatillas o lo que necesitáramos en aquel momento. Yo me moría de vergüenza porque mi padre, como buen comercial, no paraba hasta que conseguía algún descuento. “Me llevo las zapatillas, cuatro pares de calcetines, dos pantalones de tenis y me regalas esas dos muñequeras”. Cuando el vendedor aceptaba y empezaba a relajarse pensando que por fin había conseguido cerrar la venta, mi padre contraatacaba, “pero me lo dejas todo con un 15% de descuento” y ahí empezaba de nuevo otra negociación para desesperación del pobre vendedor. Cómo me hubiera gustado heredar ese espíritu comercial porque, aunque me haya tenido que dedicar en parte a ello, nunca me ha gustado nada y siempre he disfrutado mucho más la parte creativa de mi trabajo, pero mis hijos tienen la mala costumbre de querer comer todos los días y no me ha quedado más remedio que seguir haciéndolo.
Los fines de semana se levantaba pronto y se iba al Club de tenis. Allí echaba sus partidos con sus amigos, se daba una sauna, se tomaba un aperitivo y volvía a casa a la hora de la comida. Después de comer, siempre el mismo ritual, “Blanca (hermana pequeña) bájame la almohada”. Se tumbaba en el sofá y allí se echaba su siesta. Pobre del que osara llamar por teléfono a esas horas porque, fuera quien fuera, se iba a llevar una bronca de escándalo incrementando así su fama de ogro que se extendió entre primos y amigos. Al despertarse, echaba un vistazo a ver quién andaba por allí. “Marcos, tráeme una Coca-cola” y así se disponía a pasar la tarde viendo la tele y descansando mientras devoraba montañas de pipas. Ese vicio, el de las pipas, nos lo trasmitió a todos los hijos y todavía no nos lo hemos conseguido quitar.
He tenido que esperar muchos años para conocer realmente a mi padre y ha sido cuando he empezado a echarle una mano en todas las gestiones con sus clientes. En esos “viajes” a Madrid me iba contando todas sus experiencias, su infancia con sus hermanos fuera de España por la guerra, sus primeros amores, sus primeros trabajos, cosas que desconocía completamente, sucesos importantes de su vida, sentimientos que tenía guardados, anécdotas, en fin… toda una vida. Esas confesiones me han mostrado a una persona diferente a la imagen de mi padre que yo tenía guardada. No voy a destacar la parte de luchador incansable, ni nada que tenga que ver con su trayectoria profesional, no creo que los que le hayan conocido destaquen eso porque es solo una pequeñísima parte de las bondades de mi padre. Siempre ha sido una persona sensible, preocupado por su familia, no solo por la parte material sino también por la parte espiritual de cada uno de nosotros.
Mi padre nos ha enseñado e inculcado una gran enseñanza, la de saber respetar las decisiones de los demás. Esto que parece así tan sencillo, es realmente complicado de llevar a la práctica porque es un ejercicio de humildad, de no tratar de imponer sino de convencer y, si no es posible convencer, de apoyar a pesar de no estar de acuerdo. Para eso, queridos amigos y amigas, y perdón por la expresión, hay que tenerlos bien puestos en su sitio. Esa es la gran virtud de mi padre, apoyar a todos y cada uno de sus hijos en cualquier cosa que hayamos emprendido. He tenido que esperar mucho tiempo y tener cuatro hijos propios para darme cuenta de lo que se puede llegar a hacer por ellos y así ser consciente de todo lo que ha hecho y sigue haciendo mi padre por nosotros. Eso se llama generosidad con mayúsculas y hoy en día es un valor difícil de encontrar.
De mi madre, qué puedo contar… mi madre es calma, amor, ternura, tesón, aceptación, gracia, es afecto y atención. Es difícil comprender como en un cuerpo tan pequeñito puede caber una persona tan grande. Yo trabajo en casa, me ocupo de levantar a los niños, preparar los desayunos, llevarlos al cole, poner lavadoras, lavavajillas, tender y recoger ropa, pensar comidas (esto es lo que peor llevo) y prepararlas, recoger, hacer camas… en fin un trabajo sin descanso. Cada vez que flaqueo o me quejo, pienso en ella haciendo eso mismo, pero mucho mejor (mi casa es muchas veces un gran desastre), para seis cafres y varios perros y además ella sola, al fin y al cabo, en casa mi mujer y yo nos coordinamos y complementamos bastante bien y lo que uno no puede hacer lo hace el otro.
Mi madre nos ayudaba con los exámenes, nos escuchaba, nos hacía cosquillitas en la espalda antes de dormir (para lo cual siempre había que pedir turno), iba a las tutorías con los profesores, nos protegía, nos reconfortaba, nos curaba con su peculiar estilo: “Madre, me duele aquí” decíamos, “Pues vete allí” era su respuesta más habitual o “Madre, me duele mucho el dedo cuando lo muevo”, “Pues no lo muevas” era su lacónica respuesta que nos desesperaba a todos, aunque curiosamente el dolor se nos pasaba rápidamente. Si digo que mi madre era ama de casa no os podéis hacer una idea del trabajo que ha desempeñado todos estos años, así que os lo pongo en inglés, que está tan de moda ahora, para que podáis comprender exactamente sus funciones y su valía. ¡A ver quién tiene un CV como ese! ¡Atentos los head hunters!
Con una experiencia de más de 50 años ha simultaneado las funciones de Chief Financial Officer, estirando como un Boomer (chicle de los 80) el dinero que mi padre traía a casa. HR Director, gestionando el desarrollo personal y la formación de cada uno de sus “trabajadores” y consiguiendo sinergias entre los diferentes potenciales de cada uno de ellos con el objetivo de mejorar la convivencia. Purchasing Manager de la casa cuando en los peores momentos económicos hacía sus milagros para llegar a fin de mes sin que nosotros nos diéramos cuenta (lunes: tortilla de patatas, martes: patatas con bechamel, miércoles: guiso con patatas y chorizo, jueves: patatas y judías con mayonesa, viernes: puré de calabacín y patatas). Mi madre también ostentaba el cargo de CMO (Chief Marketing Officer) y se encargaba de todos los eventos familiares, de manera particular en Navidades cuando se disfrazaba para darnos algún mensaje: Mamá Noelia, Pastorcilla, Estrella de Oriente, Reina Maga, Campana, Ángela anunciadora, San José, en fin, de cualquier figura del Belén. Pero lo más importante no era el disfraz, que todos los años nos hacía reír, lo más importante siempre fue el mensaje de unión y amor que fue grabando a fuego en todos y cada uno de nosotros no solamente en Navidades, sino durante todos los días del año.
Creo que ese ha sido el gran éxito de mis padres, el haber creado y sostenido una familia unida en el amor que nos mostró y sigue mostrando mi madre y en el respeto que nos enseñó y sigue enseñándonos mi padre y, precisamente eso, se ha convertido en mi gran objetivo en la vida, que mis hijos tengan la misma unión que tengo yo con mis hermanos. Y si cada uno de nosotros, me refiero a mis hermanos, pero el mensaje es extrapolable a quien lo quiera llevar a cabo, somos capaces de transmitir estas enseñanzas a nuestros hijos, definitivamente habremos conseguido hacer un mundo un poquito mejor, que buena falta le hace al pobrecito.
Sé que a mis pobres padres les va a dar un poco de vergüenza cuando lean esto porque no son nada dados a estas loas sociales, pero creo que es importante dar a conocer las bases que nos han hecho a mis hermanos y a mí tener esta unión tan especial y tan llamativa para “los de fuera”, y eso no se puede entender sin ellos.
Y como este blog va de música, tengo que poner una canción asociada. Los requisitos parecen más complicados en esta ocasión, una canción que sea especial para mí y que a la vez me recuerde algo de mis padres. Solo recuerdo una canción de las mías que mi madre me haya confesado que también le gustaba, aunque sé que cuando me cogía el coche y no sabía bajar el volumen, llegaba al parking del Carrefour con sus gafas de sol, derrapando, con las ventanillas bajadas y con la música a todo trapo con Extremoduro cantando: “Que me entierren con la picha pa´fuera pá que se la coma un ratón”.
La canción a la que me refiero es de un grupo americano que se llama REO Speedwagon, que también ha sido siempre uno de mis favoritos (cuanto menos conocidos mejor, ya sabéis), un grupo que de nuevo conocimos gracias a unos de esos programas de videos musicales y del que, por supuesto, Borja tenía un recopilatorio que me grabó inmediatamente. El video de la canción siempre me llamó la atención (recordad que estamos en los 80) porque no podía evitar ver a mis padres como los protagonistas del mismo y lo mismo me pasa con la letra de la canción. En esta ocasión es importante no solo escuchar la canción sino también prestarle atención al video para que podáis entender a qué me refiero.
La canción se llama “Can´t Stop this feeling” y es una maravilla, así que… Padre, Madre, espero que la disfrutéis, muchas gracias, MUCHAS FELICIDADES y espero que todos les mandéis un gran abrazo porque se lo merecen.
I can’t fight this feeling any longer
And yet I’m still afraid to let it flow
What started out as friendship has grown stronger
I only wish I had the strength to let it show
I tell myself that I can’t hold out forever
I said there is no reason for my fear
‘Cause I feel so secure when we’re together
You give my life direction
You make everything so clear
And even as I wander
I’m keeping you in sight
You’re a candle in the window
On a cold, dark winter’s night
And I’m getting closer than I ever thought I might
And I can’t fight this feeling anymore
I’ve forgotten what I started fighting for
It’s time to bring this ship into the shore
And throw away the oars, forever
‘Cause I can’t fight this feeling anymore
I’ve forgotten what I started fightin’ for
And if I have to crawl upon the floor
Come crashing through your door
Baby, I can’t fight this feeling anymore
My life has been such a whirlwind since I saw you
I’ve been running ‘round in circles in my mind
And it always seems that I’m followin’ you, girl
‘Cause you take me to the places
That alone I’d never find
And even as I wander
I’m keeping you in sight
You’re a candle in the window
On a cold, dark winter’s night
And I’m getting closer than I ever thought I might
And I can’t fight this feeling anymore
I’ve forgotten what I started fightin’ for
It’s time to bring this ship into the shore
And throw away the oars, forever
‘Cause I can’t fight this feeling anymore
I’ve forgotten what I started fightin’ for
And if I have to crawl upon the floor
Come crashing through your door
Baby, I can’t fight this feeling anymore
Ooh
Amén a todo.
Amén Jesús, curruscuscus
Un fuerte abrazo a padre y madre, porque efectivamente, se lo merecen¡¡¡¡¡¡¡
Jajajaj sí que acojonaba llamar o pasar por vuestra casa a ciertas horas intempestivas….
Jajajaja, menos mal que ya te lo sabías!!! además ni tu ni yo necesitábamos llamar para entrar, nos valía con saltar la valla!!!
Ay qué bonito Marcos!😍
Gracias María!!!
Y el pañuelo con colonia en la frente cuando nos dolía la cabeza.
¡¡Abrazos Padre y Madre!!
Es verdad!!! A mi nunca me dolía la cabeza pero reconozco que alguna vez lo fingí para que me lo pusiera!!!, jejejeje
El Sr. Richi infundía respeto a horas intempestivas y a cualquier hora, pero era sólo fachada.
Todo mi reconocimiento para ambos y mi cariño, porque ellos tb ejercieron de padres putativos de toda la banda Plantieña.
Un abrazazo enorme y enhorabuena por el post Mark.
Muchas gracias Javi, en cierta manera todos tuvimos la suerte de contar con varios padres putativos y eso fue una parte importante en el desarrollo emocional de todos nosotros.
Me ha encantado todo lo que dices de tus padres. Me alegra saber que reconoces su labor y su sacrificio que han dado sus frutos en esa familia de la que nos sentimos orgullosos. Me uno a esas felicidades y abrazos
Gracias Tía Paloma!!! Es de bien nacidos ser agradecidos!!!! Un beso
Los sándwiches triples de nocilla de las meriendas, los paseos por la «cuesta larga», las interminables partidas de mus o los mosqueos de tu padre por despertarle de la siesta son unas de tantas cosas que tengo en la memoria y que nunca olvidaré, todo mi cariño para ellos.
Y recuerda que los sandwiches de nocilla a veces iban acompañados de un cubata de ginebra que no nos gustaba nada pero nos hacía sentir mayores!!!, Jajajajaja
Marcos eres tonto. Nos estás haciendo llorar a todos.
Intentaré compensarlo!!!
No, si está muy bien
Felicidades a esos pedazo de padres que dejan la mejor herencia….sin conocerles me he emocionado….gracias y esta vez merece la pena repetir patron!!!!
Un abrazo.Alicia
Gracias, se las doy de tu parte, aunque tampoco te conozcan seguro que les hace ilusión!!
Un beso
¡Marcos! no nos puedes hacer esto… No veo la pantalla, me he emocionado tanto. Yo también felicito a tus padres y les doy las gracias por haberlo hecho todo tan bien y haber sembrado tanto amor a su alrededor. Un abrazo muy fuerte para todos. Palomac
Gracias Paloma…intentaré imitarles a ver si me sale tan bien como a ellos!!!
Pocos de nuestros padres son muy fans de Extremo, o por lo menos no conozco a ninguno, pero seguramente el amor y respeto del que has hablado, ha hecho que pidieras decidir tus gustos musicales con libertad absoluta.
Si tuviera una empresa contrataba ya mismo a tu madre, súper CV. Ellos son la raíz de todos vosotros y os sostienen para siempre. Dales un abrazo enorme de mi parte, yo tampoco les conozco en persona, pero hoy los has dibujado perfectamente y esa imagen mental vale más que mil palabras.
Gracias Mónica, se lo doy de tu parte!!! Y sí, ellos nos metieron el gusto por la música pero nunca nos impusieron ninguna, la libertad ha sido plena en el aspecto musical y en todos!
Un beso
Que tributo más bonito. Me encantaría haber visto sus caras al leerlo
Gracias!!! A mi también me hubiera gustado!
¡Bravo, Mark! Con muchísimo gusto: un abrazo muy fuerte para tu padre y tu madre; no he tenido la suerte de conocerlos (apenas saludarlos en vuestra boda), pero sí a ti y a vari@s de tus herman@s, así que, si como imagino sois su reflejo, no me cabe duda de que son bellísimas personas que se merecen todo lo mejor y que sin duda están muy orgullosos de vosotr@s, y no es para menos. 😊
«Nuestras raíces son los hijos. Somos árboles al revés, que arraigan por sus frutos».
(Tzvetan Todorov)
Gracias Alfon!!! Me gusta la cita también!!! Un abrazo
Al respeto que ya de por sí imponía Don Luis Richi (esos apretones de manos… Gallego!) se sumaba el que siempre los llamarais Padre y Madre. Tardé muchos años en darme cuenta de que era todo fachada y que en el fondo, es un blandito.
Qué gran labor han hecho!
Besos para todos!
Pura fachada!!! Nos tenía a todos engañados!!
Una semana más emocionándonos!
Me encanta…
Gracias Ana!!!
Que emocionante Marquetes y que bonito homenaje! Enhorabuena!
Impresionante relato de como nos van haciendo poco a poco los padres; nuestro carácter, personalidad y valores son sus frutos y en vuestro caso, todos los «bilisbalas» sois de los buenos y sabrosos (y maduros…;-) . Seguro que lo que cuentas de ellos lo llevas muy dentro y día a día lo vas sacando con tus hijos (en eso estamos aunque a veces cueste más tiempo o esfuerzo del que creamos). Los tuyos son un gran ejemplo de como hacerlo, sus hijos son la prueba. Recordaré siempre como tu Padre, con unas pocas palabras de cariño y un abrazo de «los del tío Luis», me reconfortó y animó como nada ni nadie, cuando acababa de fallecer el nuestro. Ya me gustará darle caña al mus en cuanto pueda, un abrazo para él. Tu Madre, toda dulzura y una auténtica jabata, candidata a la lista Forbes o la portada de Time con ese pedazo CV que relatas, que más decir.
Abrazo fuerte familia
PD. Muy bueno el post Marcos. Los son todos, pero este toca la patata hasta el fondo. ( Y no la del guiso semanal)
PD. Mira que voy lento con el blog, pero a ver si con cada temazo y ese ritmo que nos marcas cada semana, es de ayuda para ponerme al día. Y me callo ya coño, que el blog es tuyo. Jeje.
Fdo. El primo jevi que no lo fue tanto
Menudas broncas me he llevado yo por despertar a tu padre de la sienta. Y luego cuando le veía me estrujaba la mano y los dedos! Que daño me hacía! 🙂
Yo también hace mucho que deje de verle como gruñón y encontré ese hombre bueno del que hablas.
Y tú madre, cortada con el mismo patrón que la mía. Amor incondicional.