La semana pasada, mientras compartía cuidados infantiles y perrunos, cenas, partidas de cartas y alguna que otra botella de vino con mi hermana, apareció por pura casualidad un concepto que me encantó.
Ahora está muy de moda eso de decir que “me voló la cabeza”, pero gracias a dios mi cabeza sigue intacta en el mismo sitio que antes, así que no pienso utilizar esa expresión.
En realidad, aunque el concepto apareció en medio de una conversación repleta de risas, no llegó realmente a aparecer.
Ya está este con sus acertijos, pensaréis.
No recuerdo de qué estábamos hablando, porque las conversaciones con mis hermanos suelen saltar de rama en rama (siempre nos han dicho que estábamos muy colgados y ahora entiendo la razón) pero de repente mi hermana dijo algo que yo no logré entender. Lo que yo escuché o mi cabeza quiso interpretar (o quizás ya andaba revoloteando por ahí adentro) fue “canción umbilical”.
¿Qué acabas de decir?, pregunté extrañado.
Misión angelical, es lo último que he dicho, respondió sorprendida mi hermana mientras acababa su cerveza.
Ahhh, había entendido otra cosa.
¿Qué habías entendido?
Canción umbilical, y sabes qué, ¡me encanta!
Mis dos hermanos me miraron con esa mirada que ya reconozco de “ya está este con sus historias”.
Y sabes qué, que no les faltaba razón, las conexiones neuronales de mi cerebro, las pocas que quedan, comenzaron a iluminar la idea. Si lo hubierais visto por dentro hubiera sido como una de esas imágenes de película en la que se ha ido la luz de toda una ciudad y gracias a la heroica intervención del Cherif, un viudo de mediana edad con una hija adolescente problemática, consigue salvar la central eléctrica de un ataque terrorista y al accionar el botón de “Power”, todas las fases de la ciudad empiezan a iluminarse paulatinamente.
Ese era mi cerebro en esos momentos.
Horas después estábamos en mitad de una mítica partida de Continental y esa ciudad iluminada dentro de mi cabeza seguía todavía brillando con fuerza.

¿A quién le toca?
Yo he tirado el as y lo ha cogido Paula así que tiene que coger una de castigo.
Te toca Blanky
Las partidas de Continental son como un oasis en el desierto. Son un momento de tranquilidad adulta que los niños suelen respetar bastante y que nosotros procuramos alargar todo lo que podemos. Cuando yo era niño, esas partidas de cartas de adultos eran habituales y para nosotros, los niños, eran siempre motivo de celebración porque sabíamos que la noche se iba a alargar y, como consecuencia, podríamos pasar más rato del normal con los primos.
De nuevo, esas noches de primos y cartas solían ser en verano y todavía tengo esa imagen grabada o casi esculpida en mis recuerdos, de mis padres y mis tíos jugando y riendo en el jardín de casa en una calurosa noche de verano.
Y con estas dos escaleras y un trío cierro esta parte de mis recuerdos.
Pero, por favor, no me dejéis pasear más por las neblinas de mis recuerdos que tengo que continuar con lo que estaba queriendo decir.
Volvamos al concepto de canción umbilical. Me parece perfecto, maravilloso y gráfico. Este concepto recoge lo que llevo todo el año pasado y este, con algunos baches, intentando plasmar cada miércoles.
Y como me lo he inventado y desde aquí reclamo su autoría, me veo también en la necesidad de explicarlo lo más científicamente posible.
Canción umbilical. Dícese de esa canción o melodía que almacenada en la corteza temporal (no sé si es exactamente allí, pero la palabra mola, así que la uso) como consecuencia de una experiencia vital vivida con otra persona y que tiene la capacidad de recrear en la mente de esas dos personas esa misma experiencia previa, uniéndolas con un vínculo especial e imborrable.
Neuronalmente y explicado de una forma muy sencilla y probablemente poco rigurosa, la música se almacena en la corteza temporal que está pegadita al sistema límbico (el que controla las emociones) y el hipocampo (donde se encuentra la memoria). Sabiendo esto, es fácil entender por qué recuerdas las canciones y por qué te emocionan tanto.
Una canción umbilical une a dos personas que han compartido una misma vivencia y lo hace de una manera tan fuerte que nada puede borrarla. Hace poco veía un video de una anciana bailarina del ballet ruso que sufría un Alzheimer muy avanzado. Sin embargo, al poner la música del Lago de los Cisnes, ella replicaba con sus brazos los movimientos que, un día ya olvidado, habían acompañado a esas notas musicales. Ella no recordaba ni su propio nombre, pero esa música y esos movimientos permanecían dentro de ella de forma imborrable y ni siquiera una enfermedad tan terrible era suficiente para contener ese torrente de emoción.
Y ya que estoy lanzado voy a darme mi propia réplica o más bien a seguir desarrollando mi teoría, porque una canción umbilical no solo es capaz de unirte con esa persona con la que compartes algo especial. Una canción umbilical puede tener dos direcciones, hacia fuera, con otras personas, y hacia adentro, contigo mismo.
Estas últimas son especialmente intensas, pero lamentablemente cortas, no la canción, sino la sensación. Cuando sucede eso puedes recordar imágenes, situaciones, frases, miradas pero lo más increíble de todo es que puedes recordar hasta el dolor de un corazón adolescente roto o la angustiosa sensación de no encajar.
Por tanto, no existe una única canción umbilical por persona, existen tantas como momentos musicales únicos y dignos de ser recordados tenga cada uno.
Como ya habéis podido comprobar yo tengo muchas, muchísimas, así que creo que soy digno inventor del término que hoy he compartido con vosotros. Esta es mi aportación a la ciencia y especialmente a la psicología. Es probable que con estas afirmaciones pueda abrir una nueva corriente de pensamiento en el que las personas se relacionen más felizmente por sus canciones umbilicales que por sus cuentas corrientes o la marca de sus zapatillas y que dentro de unos años esta teoría se estudie en todas las facultades de psicología del mundo. También puede ser que no.
Imaginaos el poder de eso. Estoy seguro que en tu propio bloque de viviendas, en tu urbanización o en la misma calle de tu chalet compartes canciones umbilicales con la vecina que deja todos los días medio coche en la salida de tu plaza de garaje o con el que no soporta los juegos de los niños que gritan todo el día o con el que saca al perro y no recoge las mierdas (desgraciadamente nadie me podrá acusar de eso porque mis perros han cogido la costumbre de no ensuciar la calle y no hacen nada de nada hasta que después de 45 minutos de paseo vuelven a casa y lo sueltan todo).
Imagínate que en lugar de empezar la mañana discutiendo con la vecina, empiezas diciéndola:
So Mary, climb in
It´s a town full of losers
And I´m pulling out of here to win
O que los niños puedan decir al vecino sin infancia algo así como:
You gotta fight for your right to partyyyy!!!!
O que cuando saques a tus perros y veas a alguno que no recoge los regalos que van dejando los suyos le puedas decir:
You ain’t nothin’ but a hound dog
Cryin’ all the time
A mi me parece que sería una buena manera de comenzar una relación.
Como todas las teorías o corrientes de pensamiento, esta también tiene sus puntos débiles y sus riesgos y estoy seguro de que seremos víctimas de muchos ataques iracundos contra nuestras ideas. A mi no me importa demasiado mientras a ti tampoco.
Imagina por un momento las tres escenas anteriores en las que tú, con toda tu buena intención, has lanzado tu mensaje musical y la vecina te responda:
Yo soy esa niña de la escuela
La que no te gustaba, ¿me recuerdas?
O que el vecino protestón te diga:
Despacito
Quiero respirar tu cuello despacito
O el dueño del perro te diga:
Entendí que no es culpa mía que te critiquen
Yo solo hago música, perdón que te salpique
En fin, habrá que ir ajustando el sistema, pero yo sí que le veo futuro.
Chumbawamba
Mi objetivo de hoy era que todos pudiéramos afrontar lo poco que nos queda de semana con una buena dosis de alegría y optimismo, así que voy a rescatar una canción, por supuesto, umbilical, que me lleva directamente a mis 25 años, años de emociones, de descubrimientos, de duro trabajo, de dudas y de preguntas, pero sobre todo llenos de mucha alegría y amistad.
En esos días me noquearon
Y me levanté otra vez
Porque no vas a dejarme en el suelo
Y ahora canto las canciones que me recuerdan los buenos tiempos
Y ahora canto las canciones que me recuerdan los mejores tiempos
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
He drinks a Whiskey drink, he drinks a Vodka drink
He drinks a Lager drink, he drinks a Cider drink
He sings the songs that remind him of the good times
He sings the songs that remind him of the better times
(Oh Danny Boy, Danny Boy, Danny Boy)
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
He drinks a Whiskey drink, he drinks a Vodka drink
He drinks a Lager drink, he drinks a Cider drink
He sings the songs that remind him of the good times
He sings the songs that remind him of the better times
(Don’t cry for me, next door neighbor)
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down, but I get up again
You are never gonna keep me down
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again
You are never gonna keep me down (when we’re winning)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again
You are never gonna keep me down (ooh)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again
You are never gonna keep me down (when we’re winning)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again
You are never gonna keep me down (ooh)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (when we’re winning)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (ooh)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (when we’re winning)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (ooh)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (when we’re winning)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (ooh)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (when we’re winning)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (ooh)
I get knocked down (we’ll be singing)
But I get up again (pissing the night away)
You are never gonna keep me down (when we’re winning)
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Bebe un trago de Whisky, bebe un trago de Vodka
Bebe un trago de cerveza, bebe un trago de sidra
Canta las canciones que le recuerdan los buenos tiempos
Canta las canciones que le recuerdan los mejores tiempos
(Oh Danny Boy, Danny Boy, Danny Boy)
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Bebe un trago de Whisky, bebe un trago de Vodka
Bebe un trago de cerveza, bebe un trago de sidra
Canta las canciones que le recuerdan los buenos tiempos
Canta las canciones que le recuerdan los mejores tiempos
(No llores por mí, vecino de al lado)
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban, pero me vuelvo a levantar
Nunca vas a mantenerme abajo
Me derriban (estaremos cantando)
Pero me levanto de nuevo
Nunca vas a mantenerme abajo (cuando estamos ganando)
Me encanta el término “canción umbilical” y como, dónde y con quien surgió.
Si comienzo con un “coming out of my cage”…hay un cordón….que nos une.
Me viene a la mente con tu escrito el cuento de VACÍO de Ana Llenas, tan visual y genial en metáforas.
Larga vida a las canciones umbilicales
And I’ve been doing just fine
Que concepto tan brillante Joder! No he podido evitar tomarme un buen rato para identificar gran número de canciones umbilicales en mi cabeza! Con tannnnta gente y momentos!
It´s the end of the world as we know it!
Hace no mucho tiempo que me hice una lista en Spotify con mis canciones umbilicales, a la que llamé «Mi gente». Una por cada familiar o amigo/a que me ha influido en lo musical o con quien he compartido algún momento o experiencia con una indisociable banda sonora. Ahora ya tengo cómo renombrar esa lista… ☺️
«I’m worst at what I do best and for this gift I feel blessed»
¡Abrazos, familia!
Quiero salir en esa lista!!!
Me ha encantado como describes la unión de dos energías iguales en un momento especial. Es inolvidable. Besos. PalomaC