Vendimia tardía o Late Harvest es un término que se aplica a los vinos elaborados a partir de uvas secadas en la vid durante más tiempo de lo habitual.
¿Se pueden tener memorias de algo que nunca has vivido?
Empezamos pronto con las preguntitas, majo.
De acuerdo, intentaré explicarme mejor.
No hace falta que os diga que fui un niño bastante tímido, te vas a los primeros capítulos de la lista y lo relees, además la banda sonora es inmejorable, ya lo sabes también.
Quizás debido a esa barrera insalvable o quizás al hecho de casi pertenecer al año siguiente del que legalmente me correspondía, siempre me encontré más cómodo con la gente de menos edad que yo.
De esta manera, cuando mis compañeros de clase del colegio empezaban con las primeras salidas nocturnas, con los primeros escarceos amorosos y con las primeras cajetillas de tabaco escondidas en lo más profundo de la mochila, yo me dedicaba a pasar el tiempo echando canastas o jugando a cualquier cosa con mis amigos, dos, tres y hasta cuatro años más pequeños que yo.
A mí me tocó esperar a que esa época llegara a mis amigos para subirme a ese tren. Y, ¡vaya si me subí!, pero eso ya lo sabéis también.
Si hablamos de contactos con el sexo opuesto, incluso mis amigos más pequeños, me superaron rápidamente, mientras yo seguía esperando a que el amor de mi vida llegará como un torbellino y me llevara sin ninguna resistencia por mi parte.
Tuve que esperar unos cuantos años, algunos más de lo que viene siendo “lo normal”, pero ese torbellino apareció y sin ninguna resistencia me llevó.
Yo, sentido de la orientación
Nunca tuve, iba sin dirección
Pero ahora puedo asegurar que estoy perdido
Perdido
Perdido estoy sin ti…
Así que sí, soy lo que podríamos denominar como un vendimia tardía.
Vendimia tardía suele ser una indicación de un vino dulce de postre. Las uvas de cosecha tardía se parecen más a las pasas, pero se deshidratan de forma natural en la vid. Si han sido además afectadas por el hongo Botrytis, que les hace perder casi todo su contenido de agua, se consiguen vinos generalmente muy dulces.
Quizás me haya desviado un poco del tema principal. En mi cabeza veo clara la relación, habrá que esperar a ver si consigo explicarme correctamente, para que os hagáis vuestra propia imagen.
¿Sabías que mientras estás leyendo tu cerebro está viendo imágenes? Así es, está demostrado.
Ahora mismo veo el color marrón del ladrillo visto del edificio de enfrente disimulado por las ramas de árboles que se mueven al ritmo del viento de otoño mientras se despiden de sus últimas hojas que crean una alfombra de colores ocres y amarillos que más tarde se convertirán en un juego de niños.
¿Lo has visto?
Brutal
Volviendo de nuevo…a ver si te centras que te vas por las ramas, nunca mejor dicho.
Cada vez que escucho está canción que hoy comparto contigo, vienen a mi mente recuerdos que nunca he vivido.
Recuerdos de películas americanas que yo mismo dirigía en mi cabeza, de un chico tímido y soñador enamorado de la más popular del instituto que en un momento de superación ante una injusticia planta cara al matón de turno y acaba besando a la chica bajo la puerta trasera del gimnasio.
Esa era la película que todos los días pasaba por mi cabeza antes de poner mis pies en el cole. Esa película que nunca llegó a suceder pero que hubiera sido merecedora de todas las distinciones del cine internacional.
Una secuencia era mi favorita de esa película. El primer contacto, la escena en la que los dos protagonistas que nunca han cruzado una palabra impactan accidentalmente al doblar una esquina.
El chico avergonzado recoge las cosas de la sorprendida chica y al incorporarse a la vez, ambos se miran a los ojos y pierden el aliento y la referencia del tiempo por unos breves segundos que para ellos significan una vida.
Sí, claro que puedo recordar cosas que nunca he vivido. Si las he pensado, si han pasado por dentro de eso que tengo justo encima de los hombros y si en algún momento he llegado a sentirlas con eso que tengo justo debajo de los hombros también, ¿quién se atreve a decir que no las he vivido?
Yo también he soñado ser “ese” que entra en el baile, se acerca a la chica más guapa y más rubia y le dice:
Mira, no me conoces ahora pero muy pronto lo harás.
Lo soñé, lo sentí, lo imaginé, pero nunca sucedió. Había que tener mucha seguridad para eso y yo nunca la tuve.
Yo más bien era de los que se quedaba al borde la pista a ver cómo los demás iban tomando posiciones, hasta que alguno aliñaba el ponche con una poción mágica que lograba el increíble efecto de darme la capacidad de moverme como un invertebrado realizando la danza precopulatoria a todas las hembras del lugar.
Lo malo era que uno de los efectos secundarios de la pócima era la misteriosa capacidad para encadenar tres palabras ininteligibles en cada frase de cinco palabras. Podían salir seguidas o alternas, pero el resultado era siempre el mismo, un descuidado ¿qué? acompañado siempre de una mueca de desdén por parte de ella, que era respondida con el famoso movimiento del camaleón mimetizándome con el ambiente para volver a pasar desapercibido.
En fin, vendimia tardía. Lo mismo me ha pasado con todas las facetas de mi vida. Han ido llegando tarde, aunque en realidad me gusta más pensar que han llegado cuando era su momento.
Además de un proceso de prensado de las uvas y de añadirle una serie de productos naturales para conseguir distintos grados de dulzor, el vino envejece en pequeñas barricas de roble durante varios años más (de 5 a 7). Así que no solo usan la uva más vieja, sino que además lo añejan otros cinco años más.
El resultado final es un caldo muy versátil ya que puede funcionar a la perfección como aperitivo o para acompañar cualquier comida. Posee aromas a frutas escarchadas con un dulzor frutal fino, fresco y elegante y su producción, como los grandes perfumes, se realiza en pequeñas dosis, pero conservando todos sus matices para el goce y disfrute del consumidor.
Ahora estaba hablando de los vinos, no de mí.
Y como persona coherente que trato de ser (al menos conmigo mismo) en la parte profesional también soy un vendimia tardía.
Durante todos estos años he estado madurando al sol y he dejado que cuatro hongos fueran creciendo en mi haciéndome perder casi todo mi contenido en agua para conseguir el máximo dulzor. Me están dejando hecho una pasa (¿o serán los kilómetros semanales?).
Después de varios años más macerando en barricas de roble esperando que llegara el momento adecuado, estoy listo para deleitar con mis aromas, mis palabras y mi esencia a cualquier paladar que quiera terminar con una sonrisa en los labios, de felicidad o de puro embriagamiento, o quizás con una mueca de desdén y de indiferencia.
Por fin, creo que puedo entrar al baile, caminar hacia la más guapa y la más rubia, pasar delante suya ignorándola mientras escucho los primeros ooohhhhsss de admiración y sorpresa, fijar mi mirada en la que realmente me gusta y decirla:
Mira, no me conoces ahora pero muy pronto lo harás
Entonces, ¿no me dejas ver?
¿No me dejas ver?
¿No me dejas ver?
¿Tu cuerpo desnudo?
Pd. El poema os podéis imaginar de quién es…
Frankie Lane, he was singing Jezebel
I pinned an Iron Cross to my lapel
I walked up to the tallest and the blondest girl
I said: Look, you don’t know me now but very soon you will
So won’t you let me see
I said: Won’t you let me see
I said: Won’t you let me see
Your naked body?
Just dance me to the dark side of the gym
Chances are I’ll let you do most anything
I know you’re hungry, I can hear it in your voice
And there are many parts of me to touch, you have your choice
Ah but no you cannot see
She said: No you cannot see
She said: No you cannot see
My naked body
So we’re dancing close, the band is playing Stardust Balloons
And paper streamers floating down on us
She says: You’ve got a minute left to fall in love
In solemn moments such as this I have put my trust
And all my faith to see
I said all my faith to see
I said all my faith to see
Her naked body
Frankie Lane, estaba cantando Jezabel
Me puse una Cruz de Hierro en mi solapa
Me acerqué a la chica más alta y más rubia
Dije, Mira, no me conoces ahora pero muy pronto lo harás
Entonces, ¿no me dejas ver?
Dije: «¿No me dejas ver?
Le dije: «¿No me dejas ver?
¿Tu cuerpo desnudo?
Sólo baila hasta el lado oscuro del gimnasio
Lo más probable es que te deje hacer cualquier cosa
Sé que tienes hambre, puedo oírlo en tu voz
Y hay muchas partes de mí a tocar, tienes tu elección
Ah, pero no, no puedes ver
Ella dijo «no, no puedes ver
Ella dijo: «No, no puedes ver
Mi cuerpo desnudo
Así que estamos bailando cerca, la banda está tocando Stardust Balloons
y serpentinas de papel flotando sobre nosotros
Dice que te queda un minuto para enamorarte
En momentos solemnes como este he puesto mi confianza
Y toda mi fe para ver
Dije; toda mi fe para ver
Dije; toda mi fe para ver
Su cuerpo desnudo
Tenemos estereotipados los pasos que hay q dar en esta vida incluso hacerlos al unísono de la masa coetánea.
Me alegro q hayas roto parte de esos ciclos.
Y celebró a la vez que me alegro de tu vida.
Y pienso correr maratones con 80 años!!!!
Qué gran nombre para un grupo musical: los «Vendimias Tardías», me pido ser el bajista, jajajaja…
Me siento totalmente identificado con esa filosofía de vida con retardo (que no con retraso), que debería estar más reconocida socialmente, un concepto parecido al de «slow life», sólo que sin pretenderlo, más bien a la fuerza… 😅
Tengo mi teoría particular respecto a los que hemos madurado lentamente:
1) Disfrutamos más del aprendizaje y de nuestros logros («Enjoy the ride»).
2) Nuestras conquistas vitales (pareja, trabajo, amigos/as) son más sólidas y duraderas.
3) Vivimos más tiempo (porque si no, dejaríamos este mundo recién salidos de la adolescencia) y somos más felices.
Así que ahí lo lleváis, y yo me quedo tan ancho… 😂
¡Abrazos y besos, siempre!