Ride. Twenty one pilots

El humo del Malboro de mi padre ascendía desde el cenicero que estaba situado en una de las esquinas de la pequeña mesa donde se desarrollaba la partida.

En la esquina contraria, mi tío Miguel Ángel acababa de apagar el suyo. En la otra mano, un vaso de tubo por la mitad con algún hielo que todavía no se había derretido con la mezcla de ginebra y Coca-cola.

Los otros dos jugadores de la mesa compartían un Sandwich de nocilla y una Fanta de Limón.

La partida iba a terminar en esa mano. El tanteo no permitía que hubiera otra.

Después de repartir las cartas, y de mirarnos nerviosamente, mi primo Miguel y yo, sabíamos que teníamos la oportunidad de ganar por primera vez a nuestros padres.

Envido a grande.

Quince más.

¡¡¡Órdago!!!

Se me calentó la boca. No tenía nada.

Perdimos.

Yo tenía 15 años recién cumplidos y todavía tuve que esperar un tiempo para poder ganar esa primera partida al mus a mi padre.

Si hoy lees esto de los primeros, más o menos sobre las 9:15, coincidirá que hace exactamente 15 años nacía Ibón, nuestro primer hijo.

Ride

Hay una frase que probablemente escuché por primera vez hace esos mismos quince años y que irremediablemente hoy entiendo mejor que aquel caluroso día de junio de 2009.

“En la crianza los días son largos y los años cortos”.

La casa de Santa María de la Cabeza donde nació Ibón estaba absolutamente impregnada de amor. Esa fue nuestra misión durante los nueve meses de embarazo, llenar cada rincón de la casa con toneladas de amor.

Y cuando nosotros no llegábamos a algún rincón, era nuestra Trujita la que se encargaba de esos lugares inaccesibles.

Le llegada de Ibón levantó un soplo de aire nuevo a nuestras vidas. Un aire que soplaba con fuerza, con una dirección única y que movía acompasadamente las veletas de nuestras vidas mostrándonos el camino, la dirección del viento.

No había dudas de esa dirección, hacia delante, con nuestro primer hijo en brazos de Paula, siempre hacia delante.

Ese viento ha ido creciendo, aumentando su intensidad, tanto, que a mi casi no me queda pelo.

Ibón ha sido nuestro maestro. Él nos enseñó a ser padres.

Nos enseñó que era mejor dormir con él en la cama, que la teta iba a ser su juguete, su calma, su alimento, su almohada, su refugio, su medicina, durante los primeros años de vida.

Nos enseñó cómo construir un castillo de paciencia y cómo se podía derribar en una décima de segundo para tener que volver a levantarlo al segundo siguiente.

Nos enseñó la inmensa capacidad curativa de un abrazo sin palabras o lo reconfortante de una siesta ajena en tus brazos.

Nos enseñó lo que realmente vale una sonrisa verdadera o la fuerza que te da tener una pequeña mano sujeta a tu dedo meñique.

Nos enseñó a medir el tiempo de una manera diferente, mágica y a veces cruel, cuando la aguja de los segundos se paraba entre sus risas o entre sus llantos.

Él rompió la cadena que ataba el reloj a las horas. No me puede gustar más esa frase (Gracias una vez más, Robe)

Nos enseñó que lo que realmente importa en esta vida es quedarse donde encontremos pedazos de paz en la tranquilidad del sol.

Ahora sé que, como la luna, voy menguando porque sé que tengo que dejar que la luna nueva alcance su mayor brillo, así que eso hago mientras me tomo mi tiempo en mi viaje.

Él nos enseñó que a veces los vientos, los buenos aires, cambian de dirección en el momento más inesperado y que debemos saber adaptarnos a esos cambios.

Él nos enseñó que a veces basta con mirar a sus ojos para saber qué está pensando y qué está pasando, que una mirada limpia y sincera abre más puertas que mil palabras bellas y que dentro de esa mirada habrá siempre un amigo, un refugio, un abrazo y un hijo.

Hoy nos enseña y nos trae a todos esta canción que ha sido elegida por él especialmente y que llega como un soplo de aire fresco a esta lista ya un poco anticuada para confesarnos una gran secreto a voces: que la música también será siempre parte de él.

Hoy soplan cuatros vientos fuertes sobre nuestras veletas desacompasadas haciéndolas girar alocadamente cada una para un lado.

Unas veces el viento viene del norte y nos trae lluvias y llantos, otras viene del sur con sus calores en forma de abrazos y canciones, otras vienen del este con sus mares azules infinitos repletos de tesoros escondidos y otras del oeste con la fuerza de mil océanos y el olor de las montañas.

Es difícil mantener el rumbo con tantos vientos que en ocasiones chocan entre sí creando fuerzas que lo destrozan todo y en otras ocasiones bailan sobre las nubes creando brisas reconfortantes que hacen crecer las enredaderas de la felicidad bajo un sol que calienta el alma.

15 más, cómo le dije a mi padre en aquella partida de mus.

15 más, con la esperanza de que con las cartas que tengo en la mano, la vida me deje seguir jugando esta partida en la que ya me he bebido la infancia del primero.

15 más, le grito a la vida, y aunque sepa que estoy cayendo, me tomo mi tiempo en mi viaje.

Sé que a veces es difícil, pero me tomo mi tiempo en mi viaje.

I just wanna stay in the sun where I find
I know it’s hard sometimes
Pieces of peace in the sun’s peace of mind
I know it’s hard sometimes
Yeah, I think about the end just way too much
But it’s fun to fantasize
On my enemies who wouldn’t wish who I was
But it’s fun to fantasize

Oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m taking my time on my ride
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m taking my time on my ride

Takin’ my time on my ride

«I’d die for you» that’s easy to say
We have a list of people that we would take
A bullet for them, a bullet for you
A bullet for everybody in this room
But I don’t seem to see many bullets coming through
See many bullets coming through
Metaphorically, I’m the man
But literally, I don’t know what I’d do

«I’d live for you» and that’s hard to do
Even harder to say, when you know it’s not true
Even harder to write, when you know that’s a lie
There were people back home who tried talking to you
But then you ignore them still
All these questions they’re for real, like
«Who would you live for?»
«Who would you die for?»
And «Would you ever kill?»

Oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m taking my time on my ride
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m taking my time on my ride
Takin’ my time on my ride

I’ve been thinking too much
I’ve been thinking too much
I’ve been thinking too much
I’ve been thinking too much (Help me)
I’ve been thinking too much (I’ve been thinking too much)
I’ve been thinking too much (Help me)
I’ve been thinking too much (I’ve been thinking too much)
I’ve been thinking too much

Oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m taking my time on my ride
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m taking my time
Takin’ my time on my ride
Whoa, oh, oh

Oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m taking my time on my ride
Oh, oh, oh, oh
I’m fallin’ so I’m takin’ my time on my-

I’ve been thinking too much (Help me)
I’ve been thinking too much (Help me)
I’ve been thinking too much (I’ve been thinking too much)
I’ve been thinking too much (Help me)
I’ve been thinking too much (I’ve been thinking too much)
I’ve been thinking too much (Help me)

Sólo quiero quedarme en el sol donde encuentro
Sé que a veces es difícil
Pedazos de paz en la tranquilidad del sol
Sé que es difícil a veces
Sí, pienso demasiado en el final
Pero es divertido fantasear
En mis enemigos que no desearían quien soy
Pero es divertido fantasear
Oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh
Estoy cayendo así que me estoy tomando mi tiempo en mi paseo
Oh, oh, oh, oh
Estoy cayendo así que me estoy tomando mi tiempo en mi viaje
Tomando mi tiempo en mi viaje
«Moriría por ti» eso es fácil de decir
Tenemos una lista de personas que tomaríamos
Una bala por ellos, una bala por ti
Una bala para todo el mundo en esta sala
Pero no me parece ver muchas balas que vienen a través de
Ver muchas balas que vienen a través de
Metafóricamente, yo soy el hombre.
Pero literalmente, no sé lo que haría
«Viviría por ti» y eso es difícil de hacer
Aún más difícil de decir, cuando sabes que no es verdad
Aún más difícil de escribir, cuando sabes que es mentira
Hubo gente en casa que intentó hablar contigo
Pero aún así los ignoras
Todas estas preguntas son de verdad, como
«¿Por quién vivirías?»
«¿Por quién morirías?»
Y «¿Matarías alguna vez?»
Oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh
Estoy cayendo así que me estoy tomando mi tiempo en mi viaje
Oh, oh, oh, oh
Estoy cayendo así que me estoy tomando mi tiempo en mi viaje
Me tomo mi tiempo en mi viaje
He estado pensando demasiado
He estado pensando demasiado
He estado pensando demasiado
He estado pensando demasiado (Ayúdame)
He estado pensando demasiado (He estado pensando demasiado)
He estado pensando demasiado (Ayúdame)
He estado pensando demasiado (He estado pensando demasiado)

7 comentarios en «Ride. Twenty one pilots»

  1. ¡Felicidades a Ibón y a todos los que habéis crecido con él! Precioso regalo en forma de relato, para él y para todos nosotros; una vez más nos has hecho entender un poco mejor la rueda de la vida y, sobre todo, sentir al máximo. Gracias.
    Quince años son a la vez un suspiro y una eternidad. A por los quince siguientes, y seguimos. ❤

  2. Ay qué regalazo de cumpleaños más bonito. Muchas felicidades a Ibón y a toda la familia maravillosa que tenéis.
    Muchos besos!

  3. Me cuelo y me encandilo entre todas y cada una de tus metáforas para tu hijo mayor.
    Grande, 15 años para El Niño bonito

  4. Me ha gustado mucho este regalo que le haces a tu hijo al cumplir los 15 años y que compartes con todos nosotros. Eres un gran poeta. Muchas gracias, Marcos

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