La DANA ha acabado abruptamente con el verano. Los últimos días de piscina han acabado sin previo aviso y la mayoría de los padres hemos tenido que improvisar planes de interior para rellenar las horas que la lluvia nos ha arrebatado precipitadamente.
Así que, aprovechando que los niños están conectados con los amigos de la urba jugando una partida, esta vez virtual, de algún juego, he visto la oportunidad y he sentido la necesidad de volver a sentarme delante del ordenador a desprenderme de las ideas que han ido tomando forma durante estos últimos meses.
Una calurosa tarde de agosto, un gran grupo de niños y adolescentes jugaban a tirarse de la manera más extraña posible a la piscina. Cada salto provocaba un estallido de risas y si la caída incluía un gran planchazo los decibelios aumentaban en la misma medida que el rojo del planchazo en la espalda del protagonista.
Toda esta algarabía tenía su pertinente respuesta al otro lado de la piscina, donde las personas mayores comentaban con cierta indignación la molestia de los gritos de los niños, sin acordarse de que hace poco eran sus nietas las que hacían esos juegos, que hace un poco más eran sus hijas y que hace ya un poco bastante más eran ellas mismas las que gritaban y corrían por ese mismo césped.
Esa misma tarde, tratando de no mirar demasiado las locuras de mis hijos (e hijas), charlaba tranquilamente con la madre de uno de los chicos de la pandilla. Unos días antes le había comentado que tenía un blog que hablaba de música y quería, en esa incesable búsqueda de la aprobación de los demás que todos tenemos, saber si lo había leído y saber qué le había parecido.
Su respuesta no pudo ser más contraria a mis pensamientos que ya habían empezado a construir una historia en la que ella conocía a una editora, que le mandaba el blog, que se interesaba por mi historia y que conseguía publicar mi libro para convertirme en el escritor revelación del año y vender tantos libros como para poder retirarme y ocuparme únicamente de revisar la adaptación del blog a la serie de Netflix.
No he entendido nada, me dijo.
He intentado seguir la cronología, pero me he perdido, no entiendo cómo va.
Eso fue más o menos como cuando el matón del colegio me pellizcaba los pezones para preguntarme cinco marcas de leche, pero con los pellizcos en el centro de mi orgullo.
Esa misma noche, me senté delante del ordenador y decidí cambiar la estructura de la página para que se entendiera bien. Con la inestimable ayuda de la prima Ana, (los que hayáis seguido el blog sabéis perfectamente quién es), cambiamos ligeramente la web para que los que llegan nuevos, que todavía hay algunos, sepan seguir el camino hasta aquí.
Ahora mismo hay cuatro secciones:
Autobiografía sonora. Es la introducción, qué quiero hacer y porqué quiero hacerlo.
La lista. Están los 50 capítulos o 50 canciones de mi vida ordenados cronológicamente. Si lees el capítulo 5 y después pasas al 37 porque te gusta esa canción te perderás todo lo que pasó entre medias y, por supuesto, un montón de canciones increíbles.
Volando Solo. El resto de canciones que se quedaron a las puertas y los pensamientos que estas me producen. Estas ya no pertenecen a La Lista por lo que no tienen que ser leídas en orden, pero no dejan de ser canciones también increíbles.
Contacto. El botón menos apretado de toda la web. Casi mejor porque no tengo demasiado claro a donde me llegarían esos supuestos mensajes, así que, si queréis algo, mejor dejadme un comentario.
Visualmente no tiene grandes cambios, pero creo que de esta manera va a hacer más fácil su comprensión y su seguimiento. Ya me diréis si lo he conseguido o no.
Vuelvo a mirar por la ventana y veo los árboles cargados de millones de gotitas de agua enganchadas a sus hojas. Donde hace unos días había gritos y carreras de niños, hoy la oscuridad y la (necesaria) lluvia han tomado la urbanización y por fin, esas personas mayores, pueden descansar de esos mismos gritos y carreras.
Además de estos retoques estéticos de la web llevo todo el verano dándole vueltas a la cabeza a vueltasalacabeza. Lo que empezó hace un tiempo con el único objetivo de organizar un par de carreras va creciendo lentamente. Esto es como subir Peñalara desde La Granja, vamos muy despacito, sabemos que la cima está muy lejos pero también sabemos que con cada paso que vamos dando, vamos ganando experiencia y nos vamos acercando.
Una de las cosas que estoy poniendo en marcha en vueltasalacabeza es una lista de suscriptores para enviarles información, contarles nuestras historias, nuestras vidas, entrenamientos, carreras, disgustos, lesiones, éxitos y fracasos, o incluso algún que otro sueño.
Imagino que para mis tres o cuatro grandes seguidores será una gran noticia porque me vais a poder leer tanto los miércoles por aquí como los jueves por el mail. Mi intención de “obligarme” a escribir es firme, otra cosa será lo que la vida quiera depararme después.
Si además de disfrutar con mi estilo literario desenfadado y cercano, te gusta disfrutar de la sensación de correr, independientemente si es en asfalto o por los senderos de un bosque, igual te gusta lo que vamos contando.
Para suscribirte, pincha aquí https://vueltasalacabeza.es/vueltas-a-la-cabeza/ y déjanos tu mail para recibir nuestra Ñusletter. Si lo haces entenderás el porqué del nombre. Mientras podemos achacar la falta de ortografía británica a mi dislexia.
Además de esto, sigo trabajando en algunos proyectos de los que os iré informando cuando sea el momento. Igual llega un día en que tengo para entreteneros toda la semana. ¿Quién sabe?
Mañana es el primer día de colegio. Ya solamente van las niñas al colegio, los niños van los dos al instituto. El mayor ya va a por tercero, a ver si a la tercera conseguimos aprobar las matemáticas. El año que viene cumplirá 15. Como la canción del Dúo Dinámico.
Hay otra canción de esa misma formación que todo español de bien, de mal, de regular o de lo que sea, ha escuchado alguna vez en su vida. La del Final del verano.
He escuchado una especie de zumbido justo en el momento de escribir el título de la canción. ¿Lo has escuchado? Las ramas de los árboles se agitan con fuerza fuera y cuando me quiero dar cuenta estoy metido en un remolino que me sube y me baja zarandeándome por los aires, pero sin golpearme en nada. Menos mal que conozco la sensación de la nave del tiempo llevándome por sus caminos impredecibles.
Sé perfectamente a dónde voy. Nada más llegar veo a un niño de unos 14 ó 15 años. Este verano se ha enamorado por primera vez. Es una niña del club de tenis amiga del Crush (tengo que intentar modernizar un poco mi vocabulario para adaptarme a las nuevas generaciones, bro) de Pichi. Yo sé qué coche tienen y a que hora pasan por la puerta de mi casa cada tarde.
Es el último día de verano y espero apoyado en un banco cercano a la carretera a que pase por última vez. Mañana ya no habrá piscina, ni miradas, ni saltos o juegos para impresionar. Quiero verla una última vez.
A lo lejos veo su coche, se va acercando y mi corazón se acelera. Pasan a mi lado y por una décima de segundo la vuelvo a ver sentada en la parte trasera del coche de su padre. Me da la impresión de que ella me ve y gira la cabeza para continuar mirándome. No sé si lo he imaginado o ha sido real. Nunca lo sabré.
Inmediatamente salgo corriendo a casa y al entrar agarro una cinta del Dúo Dinámico y me pongo a escuchar sin descanso y sin consuelo esa canción una y otra vez.
Tranquilos que no va a ser la canción de hoy.
El verano ha sido largo e intenso, se han recolocado unas cosas y otras se han descolocado. Perros, niños, horarios, escritos, rutinas, tareas, obligaciones, sentimientos, recuerdos, entrenamientos, trabajo, vacaciones, bocatas y cenas en el parque.
Hemos salido vivos y aunque con alguna bronca de más, también hemos salido felices. Empieza el tiempo de manga larga, carreras mañaneras para no llegar tarde y discusiones por ver quién tiene que sacar a los perros. Van creciendo y ya tienen a sus espaldas un verano más y eso son muchas nuevas sensaciones, experiencias, conversaciones, aventuras, amistades, confidencias y juegos.
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Probablemente nunca olvidarán este verano.
Como no quiero dejaros con el aire nostálgico y un poco lacrimoso de la canción del final del verano, os propongo algo mucho más animado. Un temazo que os levantará del sofá y os pondrá a bailar para despedir al verano y dar la bienvenida a lo que quiera venir. Yo lo recibiré con los brazos abiertos mientras persigo mis sueños a mi manera desenfadada y cercana.
No sé cómo pierdo el control
Es tiempo para mi, de alimentar mi alma, yeah
Siempre pensamos en todas las cosas que debemos hacer
Pero nunca paramos y lo intentamos, ya sabes lo que tienes que hacer
Dicen que no tenemos tiempo, en este mundo real
Para hacer lo que soñamos, sueños llenos de esperanzas
Intento escuchar, escuchar mi alma, si
Soy un buscador de sueños, buscando mi alma real
My heart is looking for a warming shining groovy soul
My heart is looking for a warming shining groovy soul
My heart is looking for a warming shining groovy soul
My heart is looking for a warming shining groovy soul
My heart is looking for a warming shining groovy soul
My heart is looking for a warming shining groovy soul
My heart is looking for a warming shining groovy soul
My heart is looking for a warming
I’m looking for your soul
I’m looking for your soul
I don’t know how I lose control
It’s time for me, to feed my soul, yeah
We always think of all of the things we should do
But never stop and try, you know what you have to do
They say we don’t have time, in this real world
To do what we dream about, dreams full of hopes
I try to listen, to listen to my soul, yeah
I’m a dream searcher, searching for my real soul
I don’t know how to say
Why I love you so
When I tell you that
This is something real
I dream about you
When I close my eyes
I don’t know how to say
Why I love you so
When I tell you that
This is something real
I dream about you
When I close my eyes
I’m looking for your soul, yeah
I don’t know how to say
Why I love you so
‘Cause your sweet smile feeds me
My body and soul wants more
I don’t know how to say
Why I love you so,
I don’t know how to say
How you feed my soul
We go to disco at night, we’re always looking
Looking for someone new, we’re always looking
We go to disco at night, we’re always looking
But now I’m sure I’ve found someone I really like
I don’t know how to say
Why I love you so,
When I tell you that
When I close my eyes
When I close my eyes
When I close my eyes
When I close my eyes
I’m looking for your soul, yeah
I don’t know how to say
Why I love you so
When I tell you that
This is something real
I dream about you
When I close my eyes
I don’t know how to say
Why I love you so
When I tell you that
This is something real
I dream about you
When I close my eyes
I don’t know how to say
Why I love you so
When I tell you that
This is something real
I dream about you
When I close my eyes
When I close my eyes
When I close my eyes
Busco tu alma
Estoy buscando tu alma
No se como pierdo el control
Es tiempo para mi, de alimentar mi alma, yeah
Siempre pensamos en todas las cosas que debemos hacer
Pero nunca parar y tratar, ya sabes lo que tienes que hacer
Dicen que no tenemos tiempo, en este mundo real
Para hacer lo que soñamos, sueños llenos de esperanzas
Intento escuchar, escuchar mi alma, si
Soy un buscador de sueños, buscando mi alma real
No se como decir
Por qué te quiero tanto
Cuando te digo que
Esto es algo real
Sueño contigo
Cuando cierro los ojos
No se como decir
Por qué te quiero tanto
Cuando te digo que
Esto es algo real
Sueño contigo
Cuando cierro los ojos
Busco tu alma, sí
No se como decir
Por qué te quiero tanto
Porque tu dulce sonrisa me alimenta
Mi cuerpo y mi alma quieren más
No se como decir
Por qué te quiero tanto
No sé cómo decir
Cómo alimentas mi alma
Vamos a la discoteca por la noche, siempre estamos buscando
Buscando a alguien nuevo, siempre estamos buscando
Vamos a la discoteca por la noche, siempre estamos buscando
Pero ahora estoy seguro de que he encontrado a alguien que realmente me gusta
No sé cómo decir
Cómo alimentas mi alma
Vamos a la discoteca por la noche, siempre estamos buscando
Buscando a alguien nuevo, siempre estamos buscando
Vamos a la discoteca por la noche, siempre estamos buscando
Pero ahora estoy seguro de que he encontrado a alguien que realmente me gusta
No se como decir
Por qué te quiero tanto
Cuando te lo digo
Cuando cierro los ojos
Cuando cierro los ojos
Cuando cierro los ojos
Da mucha pena que se termine el verano pero ya casi no lo recordamos… La vida nos empuja a un nuevo curso escolar: nervios, expectativas, amigos todavía desconocidos, profesores sin caras, libros sin forrar, estuches completos…
¡Ánimo!
Besos para todos, Palomac
¡Marquetes, gracias por volver! Este verano los futboleros melómanos hemos echado más de menos los episodios de tu blog que las jornadas de liga…
Esta vez nos has traído un relato nostálgico de los veranos pasados y un temazo energizante para los que están por venir. Es el ciclo incesante dentro de cada vida, que se alimenta de las precedentes y a su vez nutre a las que han llegado después; el eterno retorno de nuestra existencia. Somos uno.
Seguimos rodando, avanzando y creciendo, como una bola de nieve. ☺️
Read you again soon! ¡Abrazos!