It´s the end of the world as we know it. Tectónica de placas.
Cierro los ojos y mi caprichosa memoria me traslada a la estación de Metro de Velázquez, donde dos adolescentes se han apropiado de uno de los bancos de madera del andén con dirección a Argüelles.
Línea 4.
La marrón.
Los bancos tienen tres asientos contiguos, pero ellos han desplegado sus carpetas y apuntes en el del centro y ocupan los dos laterales.
Los trenes van pasando, pero ellos están concentrados en los papeles que tienen desplegados y no parece importarles demasiado el paso de los trenes ni el del tiempo.
Parece que uno de ellos, el más alto, está explicando algo al otro. Gracias al poder de mis recuerdos, consigo acercarme de manera disimulada.
Ellos no pueden verme. Yo sí.
Me pregunto si pueden sentirme.
Por un segundo tengo la sensación que el más pequeño me mira directamente a los ojos. Su mirada me traspasa y se posa directamente en mi alma.
Contengo la respiración mientras a lo lejos, en los rincones más escondidos de la memoria, suena una melodía.
Siempre hay una melodía, una canción o un estribillo. Siempre.
La mirada dura un segundo que se mantiene indefinidamente. Esa mirada ligeramente levantada hacia el lado izquierdo nos guiará a los dos toda la vida, pero el joven aún no lo sabe. Es solo su manera de captar ideas, de retenerlas y, dentro de muchos años, de plasmarlas en un papel para compartirlas con quien quiera escucharlas.
Por el momento solamente está intentando retener lo que su amigo le está contando.
Hablan de la teoría de tectónica de placas. Esa maldita pregunta cae en todos los exámenes de ciencias y todavía no ha sido capaz de aprendérsela. Fernando, el más alto, explica con todo detalle, y en las palabras adecuadas, cómo se comportan las placas tectónicas que forman parte de la superficie de la Tierra y los deslizamientos que se observan entre ellas en su movimiento sobre el manto terrestre fluido, sus direcciones e interacciones.
La teoría de tectónica de placas dice que la capa más externa de la Tierra está divida en una docena o más de grandes y pequeñas placas que se mueven unas respecto de las otras.
Estos movimientos generan choques entre las placas y dependiendo del tamaño y la fuerza, una se alza hacia arriba, formando las grandes cordilleras montañosas de la tierra y la otra se ve forzada a ir hacia abajo.
Es en esos choques cuando se producen los terremotos, los cambios y, hace muchos millones de años, la separación del supercontinente denominado Pangea en varios continentes más pequeños.
Marcos atiende fascinado a las explicaciones de su amigo y los trenes siguen pasando invisibles y llenos de vidas ajenas delante de ellos.
Cuando ha asimilado todo el conocimiento y sabe qué, cómo, cuándo y porqué, recogen sus apuntes y carpetas y se suben al primer tren que por fin logran ver.
Yo, aprovechando la confusión, me deslizo entre los pasajeros que pacientemente esperan para poder subirse y entro en su mismo vagón, el primero. Me coloco disimuladamente en el espacio que han dejado los empleados del metro que antes se encargaban de abrir y cerrar las puertas manualmente y de tocar el silbato que indicaba que el tren iba a partir. Desde mi escondite les vigilo y sin hacer ruido me meto en su conversación que ahora está repleta de canciones y de comentarios de baloncesto.
Me encantaría quedarme escuchándolos, pero esta es mi parada.
Vuelvo a abrir los ojos y levanto la mirada ligeramente hacia la izquierda para intentar recuperar la idea que me ha sobrevolado hoy mientras corría.
Dos horas antes de eso luchaba contra mis musas que parecían divertirse escondiéndome la inspiración detrás de los baúles de recuerdos olvidados. He buscado en canciones, en acontecimientos, en recuerdos y hasta en dolores, pero por mucho que levantara las tapas de todos ellos, no era capaz de encontrar nada o lo que me encontraba me llevaba por caminos que no quería recorrer.
Ante mi incapacidad para vencer al papel en blanco, he decidido sacar la bandera, también blanca, y rendirme momentáneamente. Solo me quedaba una opción: salir a correr.
Así que me he puesto el disfraz de runner cultureta, me he ajustado bien los auriculares y he salido a recorrer mis caminos con la necesidad de llenar de oxígeno mi cerebro colapsado de pensamientos sin rumbo.
No he tenido que esperar demasiado. Antes de entrar en la dehesa para dirigirme al cerro, al esquivar una piedra sospechosa que me miraba con ganas de causarme un esguince, ha aparecido.
Tectónica de placas.
Al principio no he entendido nada.
¿Qué me estás queriendo decir?
No te sigo.
He seguido corriendo, pero al llegar a una de las canteras de la dehesa donde se pueden ver los diferentes sustratos y tipos de piedras que la formaban, el pensamiento ha vuelto a aparecer.
¡Tectónica de placas, coño! ¡Que todo te lo tengo que explicar!
En ese momento ha sido cuando todo ha empezado a cobrar sentido.
La tectónica de placas no solo explica la evolución de la tierra, también explica la mía propia. Y no solo la mía, también la tuya y la de cualquier ser humano.
Vale, vale, no te vayas, déjame explicarme.
Lo haré conmigo mismo para no liarlo demasiado.
Yo también estoy formado por capas, como la tierra. Corteza, manto, núcleo externo y núcleo interno. Me centraré en la corteza que está formada por un montón de placas.
La placa familiar, la placa profesional, la creativa, la deportiva, la de los miedos e inseguridades, la del orgullo malentendido, la de la pereza, la de las ilusiones y algunas otras placas menores.
Y la más importante de todas, la placa del amor. La que sostiene todo el sistema, la que aguanta todos los cambios y la que se retuerce con dolor cuando las otras placas tratan de ocupar su lugar.
No hay placa más fuerte. No hay placa que ocupe tanto espacio.
Dentro de mi existen movimientos, luchas de poder, peleas por el trono, por el protagonismo. Cuando todas están equilibradas, todas empujan en el mismo sentido y hacen crecer la placa del amor que se levanta por encima del resto imponente, magnífica, formidable, de una belleza que nubla el entendimiento.
Sin embargo, de vez en cuando surgen movimientos inesperados que desestabilizan todo.
Terremotos, maremotos, geiseres, erupciones volcánicas, huracanes de emociones que no consigo controlar.
Hace tres años empezó un pequeño temblor. Cada miércoles, algo sacudía mi interior. Al principio no lo notaba apenas. Era la placa creativa que resbalaba por el manto terrestre con movimientos diferentes a los que me tenía acostumbrado.
Cada miércoles un temblor, una sacudida. Estaba creciendo, ganando fortaleza y espacio. No eran ya juegos de palabras que salían por la boca del volcán para el regocijo de los presentes. La placa estaba cogiendo velocidad y en su carrera iba anexionando nuevos territorios. El orgullo fue el primero en unirse junto con la satisfacción personal y los terrenos más fértiles de la vanidad.
En su movimiento ascendente encontró un aliado. La placa profesional que, ante el empuje de la creatividad, se ofreció por primera vez en su existencia a unir fuerzas. Esta capa siempre había estado escondida, no encontraba su lugar y, aunque, en teoría, debería ser de las dominantes, nunca encontró la manera de empujar hacia arriba.
Sacudidas en forma de comentarios, de ánimos, de vítores, de ovaciones y de palmadas iban alimentando un ego que nunca había tenido ningún afán de protagonismo. Y a su vez, iban alimentando un sueño, el de convertir una pasión en un trabajo, encontrar de una maldita vez qué quería ser de mayor.
Aquella erupción sacudió toda la estructura hasta el núcleo, hasta lo más profundo y de lo más hondo surgió una onda sísmica que iba a zarandear todas las placas. De repente el orden se veía afectado, y esta nueva placa tectónica empezó a apretar con fuerza para ganar su sitio.
Y para ganar sitio es necesario que otros lo pierdan.
Y en esa lucha de fuerzas ando sumergido en estos momentos, tratando de volver a equilibrar todas mis placas, intentando mantenerme en pie en cada sacudida y tratando de controlar cada una de las réplicas que suben sin control desde lo más profundo de mi núcleo.
Y cuando creo que la tranquilidad se va a asentar bajo mis pies, un nuevo desequilibrio en una de las placas vuelve a provocar nuevos terremotos que sacuden, otra vez más, toda mi existencia para tener que empezar de nuevo.
No en vano el nombre de tectónica, en griego, (tektonikós) no significa otra cosa que “el que construye”.
Un manto terrestre formado por miles de canciones que se han ido colando durante toda una vida por las grietas provocadas por cada seísmo, grandes y pequeños, por vivencias y experiencias, buenas y malas, por miedos y valores, amortigua los violentos movimientos que se producen en la superficie dejando damnificados involuntarios que tratan de buscar acomodo en la nueva situación.

Una empinada subida, que exige a mis pulmones hasta la última gota de aire, me saca de mis divagaciones para recordarme que construir es siempre un proceso complicado, extenuante en ocasiones en las que no alcanzas a ver cuándo acabará la dichosa cuesta arriba y que no me queda más remedio que apretar los dientes, seguir subiendo y confiando en la placa que todo lo sujeta, que todo lo equilibra, que todo lo puede y que todo lo perdona.
Así que solo me queda gritar que es el final del mundo como lo conocemos y que me siento bien.
PD. Y si te lo estás preguntando, la respuesta es sí, conseguí aprobar aquel examen que había preparado bajo el suelo de Madrid. ¿Qué mejor lugar para prepararlo?
That’s great! It starts with an earthquake
Birds and snakes, an aeroplane
Lenny Bruce is not afraid
Eye of a hurricane, listen to yourself churn
World serves its own needs, dummy serve your own needs
Speed it up a notch, speed, grunt, no strength
The ladder starts to clatter with fear of fight, down height
Wire in a fire, represent the seven games
In a government for hire and a combat site
Left her, wasn’t coming in a hurry
With the furies breathing down your neck
Team by team reporters baffled, trump, tethered crop
Look at that low plane! Fine, then
Uh oh, overflow, population, common group
But it’ll do. Save yourself, serve yourself
World serves its own needs, listen to your heart bleed
Tell me with the rapture and the rev-‘rent in the right, right
You vitriolic, patriotic, slam, fight, bright light
Feeling pretty psyched
It’s the end of the world as we know it
It’s the end of the world as we know it
It’s the end of the world as we know it
And I feel fine
Six o’clock. TV hour
Don’t get caught in foreign tower
Slash and burn, return
Listen to yourself churn
Lock him in uniform and book burning, bloodletting
Ev’ry motive escalate, automotive incinerate
Light a candle, light a motive
Step down, step down
Watch a heel crush, crush
Uh oh, this means no fear; cavalier
Renegade and steer clear!
A tournament, a tournament
A tournament of lies
Offer me solutions, offer me alternatives
And I decline
It’s the end of the world as we know it
It’s the end of the world as we know it (It’s time I had some time alone)
It’s the end of the world as we know it (It’s time I had some time alone)
And I feel fine
I feel fine
It’s the end of the world as we know it (It’s time I had some time alone)
It’s the end of the world as we know it (It’s time I had some time alone)
It’s the end of the world as we know it (It’s time I had some time alone)
And I feel fine
The other night I tripped a nice
Continental drift divide
Mountains sit in a line
Leonard Bernstein, Leonid Brezhnev
Lenny Bruce, and Lester Bangs
Birthday party, cheesecake, jelly beans, boom!
You symbiotic, patriotic, slam, but neck, right? (Right!)
¡Eso es genial! Comienza con un terremoto
Pájaros y serpientes, un avión
Lenny Bruce no tiene miedo
Ojo de huracán, escúchate a ti mismo agitarte
El mundo sirve a sus propias necesidades, el maniquí sirve a sus propias necesidades
Acelera una muesca, velocidad, gruñido, sin fuerza
La escalera comienza a temblar con miedo a la lucha, abajo de altura
Alambre en un fuego, representan los siete juegos
En un gobierno de alquiler y un sitio de combate
La dejé, no iba a venir en un apuro
Con las furias respirando en tu cuello
Reporteros equipo por equipo desconcertado, triunfo, cosecha atada
¡Mira ese avión bajo! Bien, entonces
Uh oh, desbordamiento, población, grupo común
Pero servirá. Sálvate, sírvete
El mundo sirve a sus propias necesidades, escucha a tu corazón sangrar
Dime con el rapto y la renovación de la renta a la derecha, ¿verdad?
Usted vitriólico, patriótico, golpe, lucha, luz brillante
Me siento muy emocionado
Es el fin del mundo tal como lo conocemos
Es el fin del mundo tal como lo conocemos
Es el fin del mundo tal como lo conocemos
Y me siento bien
Seis en punto. Hora de TV
No te atrapen en una torre extranjera
Acortar y quemar, devolver
Escúchate a ti mismo
Encerrarlo en uniforme y quemar libros, derramar sangre
Ev ‘ry motivo escalar, automoción incinerar
Enciende una vela, enciende un motivo
Baja, baja
Mira cómo se aplastan los talones, se aplastan
Esto significa que no hay miedo, caballero
¡Renegado y aléjate!
Un torneo, un torneo
Un torneo de mentiras
Ofrecerme soluciones, ofrecerme alternativas
Y me niego
Es el fin del mundo tal como lo conocemos
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Y me siento bien
Me siento bien
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Y me siento bien
La otra noche me tropecé con un buen
Dividir la deriva continental
Las montañas se sientan en una línea
Leonard Bernstein, Leonid Brezhnev
Lenny Bruce, y Lester flequillo
Fiesta de cumpleaños, tarta de quesos, caramelos, ¡bum!
Eres simbiótico, patriótico, goloso, pero cuello, ¿verdad? (¡Correcto!)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Y me siento bien
Es el fin del mundo tal como lo conocemos
Es el fin del mundo tal como lo conocemos
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Y me siento bien
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Y me siento bien
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Es el fin del mundo tal como lo conocemos (Es hora de que tuviera un tiempo solo)
Y me siento bien
💛💙 Me ha encantado 💙💛
Con esta lectura a cualquiera se le mueven las placas tectónicas internas de la reflexión….
Vivan los movimientos, los cambios, los giros y las cuestas. Viva la vida !!!