Bad Moon Rising. Creedence Clearwater Revival

Las tardes de mayo cuando estás en Octavo de EGB son las mejores del mundo. Ya casi hueles el verano, las tardes son largas, soleadas e invitan al juego y al esparcimiento.

Así, al menos las recuerdo yo. Así las veía yo desde la terraza de mi casa cuando todos mis amigos disfrutaban de los juegos en la calle, de las bicicletas o de los globos de agua, mientras yo me veía obligado a mantener mi culo sobre la silla y los codos sobre la mesa, repasando las mates que siempre fueron mi gran cruz.

Os juro que yo lo intentaba, fijaba bien los ojos en aquellos cuadernos e intentaba aislarme de los ruidos y los gritos provenientes de la calle. La lucha era encarnizada pero la balanza siempre se decantaba del lado de la calle. Su llamada era tan fuerte que no había número, fórmula o teorema que pudiera encadenarme a la silla más de media hora.

Era entonces cuando un gran

“A la mierda, váyase Usted a la mierda”

en plan Fernando Fernán Gómez, salía de boca dirigido directamente al cuaderno y al libro que eran cerrados con rotundidad.

Resultado: Mates y Lengua para septiembre. Otra vez siguiendo los pasos de mi hermano.

Consecuencia: Clases particulares de matemáticas dos días a la semana durante el verano.

Cómo me fastidiaba eso.

¡Madrugar en verano! ¡Debería estar prohibido!

Los martes y jueves venía una profesora de la que no recuerdo el nombre, aunque sí recuerdo que me gustaba mucho…como profesora, mis instintos sexuales todavía estaban por florecer.

No recuerdo tampoco nada de lo aprendido con ella, aunque conseguí aprobar y pasar de curso al temido BUP.

Sí recuerdo con claridad una lección que me enseñó, que no tenía nada que ver con las matemáticas, pero sí mucho con la vida.

Un día, después de explicarme algo y que yo le rebatiera y pusiera en duda que yo me había equivocado, ella, mirándome fijamente a los ojos me dijo:

“Tienes un problema más grande que las matemáticas. Te fastidia enormemente equivocarte y lo que es peor aún, no eres capaz de reconocerlo”.

Evidentemente, pensé que ella se equivocaba.

Bad Moon Rising

Muchos años después tuve que reconocer que ella tenía razón y como acto de contrición hoy me toca reconocerlo delante de todos vosotros. Menos mal que sois pocos.

Hoy seré breve que tampoco es cuestión de fustigarse demasiado.

Veo una mala luna saliendo.

Veo problemas en el camino.

Unas grandes nubes negras impiden que vea más allá de mi propia nariz y por primera vez en mucho tiempo siento que he perdido el camino.

Sé que está por ahí, pero el miedo por no ver nada y por no ser capaz de seguir avanzando me paraliza. He intentado seguir a ciegas, que no parezca que ando perdido, pero esos nubarrones se me meten en los ojos y me arrancan las lágrimas que tanto tiempo he mantenido encadenadas al orgullo.

Escucho la voz de la rabia y de la ruina, la escucho alto y claro y no quiero que entre en mi cerebro,.

Demasiado tarde, creo que, en realidad, esa voz sale de dentro, de muy adentro. Quiero sacarla, no quiero que sea esa voz la que dicte mi destino, pero ahí sigue bien profundo, bien agarrada y no quiere salir.

“No vales para nada”, me grita.

“¿A quién vas a engañar si ni tú mismo crees en ti?”

Está tan agarrada que a veces pienso que si tiro demasiado de ella me va a desgarrar por dentro y duele, duele.

Hay terremotos y relámpagos y veo malos tiempos hoy.

Escucho huracanes soplando queriendo llevárselo todo.

Esos huracanes quieren llevarse lo que he intentado construir en los últimos meses, quieren incluso llevarme a mi por delante. El viento es tan fuerte que a veces me dan ganas de dejarme llevar, que me lleve, que me lance por los aires, que me voltee, que me zarandee, que me golpee, ¿qué más da?

No soy lo suficientemente fuerte como para aguantarlo, no soy lo suficientemente hábil para sortearlo y creo que un talento mediocre tampoco va a ser suficiente para seguir el camino que había empezado a ascender.

Y en estos momentos en que la tormenta se desata en mi interior y en el que un aguacero empapa mi alma, mis huesos y mis sueños, una mano debajo de la sábana me agarra y una voz dulce me susurra al oído: llora, llora lo que necesites, yo te sujeto.

Pero no andes por ahí esta noche

Seguramente te quitará la vida,

Es solo una mala luna en ascenso.

I see the bad moon a-risin’
I see trouble on the way
I see earthquakes and lightnin’
I see bad times today

Don’t go around tonight
Well it’s bound to take your life
There’s a bad moon on the rise

I hear hurricanes a-blowin’
I know the end is comin’ soon
I fear rivers over flowin’
I hear the voice of rage and ruin

Don’t go around tonight
Well it’s bound to take your life
There’s a bad moon on the rise, alright

Hope you got your things together
Hope you are quite prepared to die
Looks like we’re in for nasty weather
One eye is taken for an eye

Well don’t go around tonight
Well it’s bound to take your life
There’s a bad moon on the rise

Don’t come around tonight
Well it’s bound to take your life
There’s a bad moon on the rise

Veo una mala luna saliendo
Veo problemas en el camino
Veo terremotos y relámpagos
Veo malos tiempos hoy
No vayas por ahí esta noche
Bueno, te quitará tu vida
Hay una luna mala en ascenso
Oigo huracanes soplando
Sé que el final se acerca
Temo que los ríos se desborden
Oigo la voz de la rabia y la ruina
No vayas por ahí esta noche
Bueno, está destinado a tomar su vida
Hay una luna mala saliendo, bien
Espero que tengas tus cosas juntas
Espero que estés preparado para morir
Parece que nos espera un mal tiempo.
Un ojo por ojo
Bueno, no vayas por ahí esta noche.
Bueno, te quitará tu vida
Hay una luna mala saliendo
No te acerques esta noche
Pues está destinada a quitarte la vida
Hay una luna mala en ascenso