¿Y si te digo que esta semana no tengo canción?
Pues esa es la verdad.
Por el momento…nada.
Así que, siguiendo con el espíritu combativo de la semana pasada, voy a volver a hacer lo que me sale de los cojones que es lo que hago siempre.
Qué gran frase. Esa me la enseñó mi padre.
También me enseñó otras:
Pasa cuero macho que estoy manteca
Amos tachanda pilili
Corta Blas que no me vas
En fin, Pilarín, tu preñada y yo en la cárcel
En la canta no se mesa
Mamaaaaaa, dime porquéeeeeeee, Papaaaaa matooooooal pregonerooooooooo
Podría pasarme un buen rato porque hay muchas más y es que más sabe el diablo por viejo que por diablo.
El caso es que en lugar de elegir una canción voy a dejar que la canción me elija a mi. Seguiré escribiendo e intentaré, a medida que vaya avanzando, ir siguiendo las pistas que la canción escondida quiera irme dejando en el camino.
Hablando de cosas escondidas. Muchos os estáis perdiendo la mágica historia de una niña de ojos azules en un lugar perdido entre los valles del Pirineo. Cada semana un capítulo nuevo y si no me fallan las cuentas, esta semana van a por el cuarto capítulo.
Anda, no me seas procrastinador y hazlo ya…sí, sí, ahora, pincha, lo rellenas y después vuelves aquí y sigues leyendo.
Mira que no quiero comprobarlo, ¿estás ya suscrito?
Sigamos.
Este fin de semana, como casi todos los fines de semana, hemos recibido la visita del malvado Pochóngolas. Hablando de todo un poco salió un tema que encendió la bombilla y pensé, esto…para el miércoles.
No tengo canción pero mi máquina del tiempo tiene una lista de canciones inagotable y aunque alguno de vosotros fuera el genio de la lámpara maravillosa y pidiera que todos los días fueran miércoles (hay que tener seguridad en uno mismo para pensar que alguno de los pocos que leéis esto iba a desear eso), las canciones no se acabarían, aunque tuviera que cantar el Riu, riu, chiu, la guarda rivera (esta referencia va directa al almacén de recuerdos de mis compañeros del colegio y pocos más sabrán de qué coño hablo).
Pues bien, retomemos el título de hoy.
El día que perdí el mando de la tele
Vengo de una generación en la que he podido ver cómo mi padre, y todos los padres de mi alrededor, pasaban las tardes del fin de semana cómodamente tumbados en el sofá con el mando de la tele en la mano, cambiando caprichosamente de canal según les daba.
Cuando conseguías coger el hilo de una película de vaqueros, te cambiaba a una corrida de toros, un partido de tenis o una serie de adolescentes marginados. Daba igual, en cuanto empezaban los anuncios, automáticamente se disparaba su dedo y empezaba a cambiar de canal.
Lo más gracioso era cuando ya a últimas horas del día, mi padre empezaba a cabecear y a quedarse dormido. Cuando esto sucedía, en más de una ocasión, se quedaba con el dedo apretando el botón de subir canal y la sesión de zapping era brutal hasta que mi madre conseguía despertarle para dejar algo fijo en la pantalla y acabar con aquella agonía de canales infinitos.
Entonces mi padre abría un ojo y protestaba:
¡¡Por qué cambiáis de canal, coño, que lo estaba viendo!!!
Una vez que conseguí arrejuntarme con Paula, uno de los lugares preferidos de la casa, era el sofá desvencijado de nombre impronunciable que pasó por varias mudanzas y sus correspondientes arreglos.
Allí nos sentábamos, al principio solos, después con la Trujita entre nuestras piernas, a ver la tele y pasar las tardes. No hay nada como el calorcito de un perro compartiendo sofá y manta. A eso le llamo yo excelencia.
Ese ritual, de sofá, tele, mantita, mando de la tele en las manos y tranquilidad, siempre ha estado muy asentado en mi vida (muy bien traído ese verbo).
Hace ya un tiempo mi vida cambió.
Para poder ver algunos partidos de fútbol decidimos conectar la tele al ordenador y con las claves de los suegros, y su permiso, los chicos y yo podíamos ver la mayoría de los partidos.
Ese día, fue el principio del fin del mando a distancia.
Siempre había tenido un lugar privilegiado en la casa, siempre había sido deseado, adorado, buscado con desesperación cuando quería demostrar su poder. Un cruel villano carcelero que de un día para otro vio como todo su poder se desvanecía lentamente entre sus teclas.
Primero fue la tapa de las pilas la que no aguantó. Un día un niño la usó como cama para un playmobil y fue desapareciendo entre piezas diminutas de frutas y cajas de legos despiezados sin piedad.
Las pilas fueron detrás de la protección que siempre las había mantenido sanas y salvas. No podían vivir sin su tapa y se lanzaron a un viaje sin final hacia lo desconocido.
Sin tapa y sin pilas, el mando vagó por toda la casa reclamando su antiguo poder, pero ya nadie le escuchaba. Era como Saruman y Grima, lengua de serpiente, vagando por los límites de la Comarca sin ningún poder en absoluto.
Mientras, en las alturas, la tele observaba con pavor la escena de la derrota de su gran aliado. Si había caído el mando, la suya era la siguiente.
La última vez que se vio al mando, había perdido todas las teclas lo que le daba un aspecto tétrico. Era la primera vez que podía contemplar el interior del tirano. Una placa verde con conexiones a pequeños cables deshilachados, nada más que eso.
La tele tenía razón, ella fue la siguiente. Al no tener la posibilidad de sentarte y dejar que el mando de la tele te controlase, cada vez fuimos reduciendo el tiempo invertido o malgastado, según cada cual, en ver la tele.
Después llegó la Play Station y el mínimo poder que todavía mantenía la tele dentro de la casa, fue arrebatado en cuanto se conectó el hdmi.
Hace ya unos años que no vemos en la tele. Somos felices, pobres, pero felices. Nos hemos librado de una energía negativa que inundaba la casa y nuestras cabezas cada vez que pulsábamos el botón de On.
El sofá también ha desaparecido de nuestras vidas, era el siguiente tirano en caer y los perritos han dado buena cuenta de él. No tengo sofá, ni mando, ni tele.
Sí, tengo nociones de lo que está pasando en el mundo, y me hago las mismas preguntas que muchos y las mismas que me hacía hace 40 años cuando, sentado junto a mi padre, veía en los telediarios las mismas imágenes que vemos hoy en día.
No quiero que el odio, la guerra, la envidia, la mala educación, los fanatismos, la violencia o la corrupción entren por esa ventana de mierda y campen libremente por nuestros pensamientos.
Mis hijos verán eso y cosas peores en la vida y tendrán que estar preparados. Precisamente por eso no quiero que crezcan acostumbrados a escuchar ese discurso del miedo. Que se sorprendan cuando lo vean, eso significará que les duele y ojalá que seamos capaces de enseñarles a no quedarse de lado cuando vean una injusticia.
Rotundamente sí, el día que perdimos el mando de la tele fue un gran día en nuestras vidas.
No me escucharéis hablar de los grandes titulares del día, sean cuales sean, porque no los voy a leer. No me los creo, a ninguno.
Sí creo en la amiga de Paula que lo está pasando mal, sí creo en el nuevo amigo de mi hijo que lo está pasando mal, sí creo en la mirada profunda y azul apagado de la pequeña cuando le duele la cabeza y lo está pasando mal, si creo en los enfados de mi hijo mayor cuando las cosas no le salen bien y no sabe cómo controlar su frustración porque sé que lo pasa mal, sí creo en todas esas cosas y de esas cosas escribo yo.
De las pequeñas cosas que al final llenan la vida.
Y ahora os dejo que me tengo que ir a ver a África que juega la liga del cole y me ha pedido que, por favor, por favor, por favor, vaya a verla.
El resto de obligaciones pueden esperar.
Chhhisssttt, tu!! ¿Y la canción?
Vamos y cierra las cortinas
Porque todo lo que necesitamos es la luz de las velas
Tú y yo y una botella de vino
Y abrazarte esta noche
Go on and close the curtains
‘Cause all we need is candlelight
You and me and the bottle of wine
And hold you tonight (ohh)
Well we know I’m going away
And how I wish – I wish it weren’t so
So take this wine and drink with me
Let’s delay our misery
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
There’s a log on the fire
And it burns like me for you
Tomorrow comes with one desire
To take me away (ohh it’s true)
It ain’t easy to say good bye
Darling please – don’t start to cry
‘Cause girl you know I’ve got to go (ohh)
And lord I wish it wasn’t so
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
Tomorrow comes to take me away
I wish that I – that I could stay
But girl you know I’ve got to go (ohh)
And lord I wish wasn’t so
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
Save tonight and fight the break of dawn
Come tomorrow – tomorrow I’ll be gone
Tomorrow I’ll be gone
Tomorrow I’ll be gone
Tomorrow I’ll be gone
Tomorrow I’ll be gone
Save tonight
Save tonight
Save tonight
Vamos y cierra las cortinas
Porque todo lo que necesitamos es la luz de las velas
Tú y yo y la botella de vino
Y abrazarte esta noche (ohh)
Bien sabemos que me voy
Y como desearía – desearía que no fuera así
Así que toma este vino y bebe conmigo
Retrasemos nuestra miseria
Guarda esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Salva esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Hay un tronco en el fuego
Y arde como yo por ti
Mañana viene con un deseo
Para llevarme lejos (ohh es verdad)
No es fácil decir adiós
Cariño por favor – no empieces a llorar
Porque chica sabes que me tengo que ir (ohh)
Y señor me gustaría que no fuera así
Guarda esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Salva esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Mañana viene a llevarme lejos
Desearía poder quedarme
Pero chica sabes que me tengo que ir (ohh)
Y ojalá no fuera así
Salva esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Salva esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Salva esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Salva esta noche y lucha contra el amanecer
Ven mañana – mañana me habré ido
Mañana me iré
Mañana me iré
Mañana me iré
Mañana me iré
Salva esta noche
Salva esta noche
Salva esta noche
Yo uso la tele para poner de fondo música 😂, y alguna peli con los niños. Pues me suena que Unai os tiró a la basura el mando de la tele….cuando era un pequeñote, que ya apuntaba maneras jjjj. A mí los relatos de los miércoles me alegran el día❤️
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