Va pensiero. Verdi

Si normalmente, como ya os he confesado en varias ocasiones, yo escribo para mi madre, en esta ocasión se han cambiado las tornas y va a ser mi madre la que escriba para mi. Va pensiero.

Podríamos decir que la culpa o la responsabilidad de que mi vida pueda ser contada a través de las canciones que he ido descubriendo, es, en un alto porcentaje, de mi madre.

Así que nadie como ella para contaros esos orígenes y para ayudarme a continuar cada semana con una canción.

Va pensiero de Verdi pertenece a la Ópera Nabucco y fue escrita después de varios fracasos del compositor italiano. A pesar de eso, se convirtió en gran éxito de estreno y aún más importante, en un himno del pueblo italiano frente a la ocupación austriaca.

Al morir el compositor, el pueblo se reunió espontáneamente alrededor de su casa para entonar el «Va pensiero» que ya se había convertido en el himno no oficial de Italia.

Podríamos decir que las palabras y este blog musical se han convertido en «Mia patria, si bella e perduta» y hoy mi madre trae nuevos vientos de libertad, porque hace tiempo que dejó de ser mío para convertirse en nuestro:

Viernes. Llaman a la puerta de casa y abro. ¡Que sorpresa!. Es Marcos que pasa por El Plantío después de recoger su dorsal para la Maratón de Madrid el próximo domingo.

Después de un abrazote gordo, me dice: te voy a hacer una proposición indecente (frase muy de su padre). Vale, contesto. Como esta semana no voy a poder escribir nada,

¿Qué te parece si lo haces tu?.

Huy, ni hablar, imposible, yo tengo la cabeza bastante hueca para ponerme a pensar. Pero me queda el runrun y como tantas veces en mi vida, primero digo que no y luego…..¿Y si lo intento?.

Yo no voy a poner una canción como tema de esta temeridad de emular a mi propio hijo. La música ha tenido siempre una gran importancia en mi vida, gusto que me transmitió mi padre y que, a mi vez, he querido que mis hijos tuvieran esa experiencia de los sentimientos y emociones que la melodía, el ritmo, la cadencia o la explosión de muchos decibelios del sonido producen en lo más profundo del ser y, poder comunicar esa belleza a los demás.

Era una rutina despertar a la familia con música clásica y seguir escuchándola en el trayecto a Madrid en compañía del padre al llevarles al cole. 

Todos disfrutamos de la música y aunque el salto generacional nos lleva a gustos diferentes, puedo encontrar algunos puntos de unión, por ejemplo, entre el 4º movimiento de la 9ª sinfonía de Beethoven y la interpretación mas moderna y rockera de Miguel Rios de la Oda a la alegría. O el coro de esclavos de Nabucco, de Verdi y el Tubular Bells de Mike Oldfield, por citar algo.

Marcos, en sus primeros años de vida, era un niño serio, callado, casi místico, en casa le llamábamos «el obispo». Cuando fue creciendo, nos descubrió que tenía un fino sentido del humor lleno de inventiva e ironía, que nos hacía reir y que su padre recompensaba con una peseta por cada chascarrillo que salía de su cabeza.

Sigue creciendo, pero con su carácter introvertido, estar en medio de seis hermanos y no dar demasiados problemas, poco he conocido de todo lo que contenía su interior, ilusiones, esperanzas, fracasos, en su adolescencia y juventud, fallo que asumo con todas sus consecuencias.

Poco a poco y a raíz de su amor y compromiso con Paula, ha ido abriendo su corazón para contar algunos de sus momentos, de sus ilusiones y fracasos de su vida profesional y personal.

Y a punto de cumplir los 50, nos sorprende a todos, no solo como escritor, melómano y musicólogo, sino como una persona sensible y fuerte, idealista y profundamente humano, con los pies en el suelo recorriendo caminos y su mirada al cielo traspasando las nubes para mostrarnos sus esperanzas, ilusiones y anhelos y su capacidad para la superación de los altibajos de la vida.

¡De cuantas cosas me he enterado ahora!

Este descubrimiento nos ha conmovido a todos los que ahora esperamos con impaciencia que lleguen los miércoles para saborear el texto que nos envía Marcos y que obtiene respuestas de admiración, asombro y cariño.

Siento mucho que esta semana no encontréis el relato de la personalidad y delicadeza de Marcos, pero si me he atrevido a afrontar este reto, es porque me he sentido en la necesidad de agradecer a Marcos y a todos los que le leéis, el vínculo que ha creado entre nosotros en torno a él y a su gran compañera Paula, con la que ha formado una magnífica familia. Como madre me siento tan orgullosa que ya he engordado unos cuantos kilos.

No solamente tu Marcos, sino también tus hermanos, incluyendo a nueras y yernos con su prole, nos han hecho a vuestro padre y a mi sentir la satisfacción de haber crecido como personas y padres, porque con el tiempo el amor a vosotros se dilata, se agranda, se expande y se mete hasta los mismos entresijos del alma.

Decir gracias, Marcos por este regalo semanal es poco, las palabras se quedan pobres, pero salen del corazón y entones se dilatan, se agrandan, se expanden y deseo que se te metan hasta los mismos entresijos del alma.

Para terminar, quiero señalar y celebrar contigo el éxito de tu participación en la maratón de Madrid. Es una carrera de esfuerzo y motivación personal que has superado con éxito, pero cuídate (soy madre) que las piernas también han cumplido los cincuenta.

TE QUIERO

Va, pensiero, sull’ali dorate
Va, ti posa sui clivi, sui colli
Ove olezzano tepide e molli
L’aure dolci del suolo natal

Del Giordano le rive saluta
Di Sione le torri atterrate
Oh, mia patria sì bella e perduta
Oh, membranza sì cara e fatal

Arpa d’or dei fatidici vati
Perché muta dal salice pendi?
Le memorie nel petto raccendi
Ci favella del tempo che fu

O simile di Sòlima ai fati
Traggi un suono di crudo lamento
O t’ispiri il Signore un concento
Che ne infonda al patire virtù

Che ne infonda al patire virtù
Che ne infonda al patire virtù
Al patire virtù