Epic. Faith No More

La niña va feliz con una bolsa de Fantasmikos en la mano. Se los ha ganado, hemos ido al médico y sólo eso ya es motivo más que suficiente para darle un mimo en forma de helado.

Además, se lo ha pagado con el dinero del ratoncito de su primer diente caído.

En el caso de Jara hay que diferenciar entre diente caído y diente no aparecido. El paleto que debería haber acompañado al que nunca apareció, ha caído.

En casa estamos todos expectantes para ver si por fin le sale ese diente tímido al que nunca le dejaron salir.

Primero de primaria te cambia la vida. Eso es así. Tengo muchas ganas de ver la nueva cara de mi hija pequeña cuando tenga la dentadura completa. Ese hueco en su sonrisa la ha definido estos primeros seis años de vida. ¿En qué se convertirá?

Volvamos al inicio.

La pequeña va disfrutando del fantasmiko de fresa mientras yo abro la puerta de la urbanización. Al abrirla veo una lagartija tomando tranquilamente el sol sobre el único pedazo de piedra iluminada por un rayo de sol perezoso que todavía no se quiere ir camino del portal.

Al sentir nuestra presencia, la lagartija sale corriendo dejando atrás todas sus pertenencias para esconderse de los gigantes amenazantes.

Esa visión es inmediatamente analizada por mi pequeño microprocesador del cerebro para encontrar coincidencias pasadas que empiezan a saltar inmediatamente. Infancia, mi primo, campo, sol, calor, felicidad, despreocupación, juegos, felicidad.

Si viviera en pleno Madrid, pienso no sé muy bien a cuento de qué, nunca vería lagartijas.

Aunque me encante mirar lagartijas, la rutina de la semana pasada pasó por encima de mí sin ninguna piedad y me fue imposible sacar un momento para escribir, así que antes de continuar, mis correspondientes sinceras disculpas acompañados también de un sincero, “puede volver a pasar en cualquier momento” que espero sepáis entender.

Dicho lo cual, nos plantamos en la semana que llevo esperando todo el año. 6 de octubre. Mi gran objetivo deportivo.

Vuelvo.

Segundo año.

Consecutivo.

¿En qué estaré pensando? ¿No has tenido suficiente? Mira que eres tonto.

¿Qué mirás bobo?

¿Un piquito?

¡Cuánto juego da la prensa deportiva!

Efectivamente, el viernes a las 23:30 estaré de nuevo en la salida del Gran Trail de Peñalara. 104 km con más de 5000 metros de desnivel positivo.

Mira que somos distintos los seres humanos, lo que para unos sería un infierno, otros hasta pagamos por hacerlo.

Conozco las montañas a las que me enfrento, conozco a los miedos que me van a asaltar, conozco el dolor que no me va a dejar continuar, pero también conozco la sensación de atravesar esa meta y sobre todo conozco buena parte de lo que tengo dentro.

Es una oportunidad única para conocer esas partes que aún siguen dentro escondidas. Veremos si consiguen salir y veremos si nos gustan esas nuevas partes o hubiéramos preferido que se quedaran donde estaban.

Llevo un rato pensando en una manera épica de contar porqué corro, qué me mueve a hacer estas cosas, relacionando los picos que voy a atravesar con las dificultades de la vida y acabando con un giro emocionante y una relación de ideas motivadoras mientras lloro rodilla en tierra abrazado a mi familia justo bajo la línea de meta.

Eso hubiera sido lo fácil.

Seré sincero.

Yo corro porque me gusta.

Corro porque me lo paso bien. Corro porque me gusta estar solo de vez en cuando y lo necesito. Corro porque pienso y muchas veces pienso porque corro. Yo corro para mí. Para sentirme bien. Soy un egoísta y me da igual.

Sí, coño, sí, corro para mi, para nadie más.

No corro para dedicarle la carrera a mis hijos. No corro para hacerles sentirse orgullosos. Tampoco corro para servirles de ejemplo y que ellos algún día quieran estar junto a mi (si es que aguanto tanto) en alguna línea de meta. Ni siquiera lo hago para mostrarle a mi mujer lo macho que es su hombre.

Tampoco lo hago para motivar a otros a superar sus límites o para esforzarme por batir a otros.

Yo corro porque me gusta. Disfruto los momentos de soledad, disfruto corriendo por un sendero en medio de la noche, me encanta escuchar los sonidos del bosque, me encanta cruzarme con otro corredor y darnos ánimos mutuamente porque los dos sabemos por lo que está pasando el otro.

Me encanta llegar a algún avituallamiento y antes de entrar, escuchar tu nombre en una voz reconocible.

Me encanta saber que mientras yo pongo un pie tras otro en las cuestas más empinadas, tengo a varias personas pendientes del móvil y aunque solo sea por un segundo, me manden mentalmente un “vamos Marquitos que tu puedes” que os puedo asegurar que llegan por muchos kilómetros que haya de por medio.

Lo de correr es algo que tengo claro desde que corría mis primeras carreras con mis dos hermanos mayores con no más de 12 años. Siempre lo he hecho y siempre me ha gustado.

Lo de escribir es algo que tengo claro desde no hace tanto.

Y como estamos hablando de subir y bajar montañas y ya sabéis que el símil del camino por la montaña es algo que me gusta especialmente utilizar, volveré a hacerlo una vez más continuando donde lo dejé allá por el mes de enero.

En la última canción de La Lista, os decía que había cogido un sendero que se perdía en la distancia entre valles y montañas. El sendero picaba ligeramente hacia arriba, pero el ritmo suave que me había marcado me permitía ir disfrutando de las vistas.

Durante todo el año he seguido ascendiendo por ese sendero, a veces era más ancho otras más estrecho, unas veces más técnico y otras veces menos.

Desgraciadamente no tengo la resistencia de Killian o de Courtney y las fuerzas van flaqueando, me quedan pocos geles en la mochila y mucho camino por delante. Siendo optimista podría aguantar un poco más pero dentro de poco puedo quedarme sin alimento sólido que me dé las fuerzas para seguir por el sendero.

Ignoro cuánto más puedo seguir avanzando y me da la impresión que es una estrategia sin retorno. No puedo seguir así.

Por el camino voy recogiendo todos los alimentos que puedo recolectar. Fresas silvestres, alguna fruta de árbol, setas de cardo, níscalos y boletus (por si encuentro algún rolex). Voy cogiendo todo lo que me encuentro en el camino para tener fuerzas para continuar. El sabor a veces es un poco amargo, pero me proporcionan las energías que necesito.

He llegado a un cruce de caminos. Sé que si sigo recto llegaré hasta donde quiero llegar, pero no consigo ver el final desde aquí. Además, se ha desatado una tormenta de truenos y rayos a escasa distancia y no sé si dirigirme hacia allí es buena idea.

El otro camino sube como su puta madre, no sé qué desnivel salvaje tiene, incluso parece que hay partes que hay que trepar o incluso escalar. Parece que la vía está bien equipada y se puede ver la meta desde aquí. Hay partes que, por mucha inclinación que tengan, no me dan miedo y otras partes que me dan auténtico pavor.

Locuras en una pared a 20 metros del suelo ya hice en su momento cuando tenía que hacerlas, ahora quiero contratar a un buen guía, no que me lleve, sino que me diga cómo tengo que llegar arriba del todo. Siento el apoyo total de mi familia sin la que no podría ni planteármelo.

Voy para arriba.

Sigue Marquitos que tu puedes.

La carrera del viernes puede durar hasta 24 horas, la otra, que también empiezo esta semana, me llevará muchísimas más horas.

Creo que afronto las dos con las mismas ganas y con la misma preparación física y mental.

De las dos os iré contando.

Espero algún día poder contaros que al final crucé ambas metas.

Lo quieres todo, pero no puedes tenerlo

Está llorando, sangrando, tirado en el suelo

Así que te acuestas y lo haces un poco más

Tienes que compartirlo, así que te atreves

Luego lo desnudas y lo rasgas

Lo quieres todo, pero no puedes tenerlo

Can you feel it, see it, hear it today?
If you can’t, then it doesn’t matter anyway
You will never understand it ‘cause it happens too fast
And it feels so good, it’s like walking on glass
It’s so cool, it’s so hip, it’s alright
It’s so groovy, it’s outta sight
You can touch it, smell it, taste it so sweet
But it makes no difference ‘cause it knocks you off your feet

You want it all but you can’t have it

It’s cryin’, bleedin’, lying on the floor
So you lay down on it and you do it some more
You’ve got to share it, so you dare it
Then you bare it and you tear it

You want it all but you can’t have it
It’s in your face but you can’t grab it

It’s alive, afraid, a lie, a sin
It’s magic, it’s tragic, it’s a loss, it’s a win
It’s dark, it’s moist, it’s a bitter pain
It’s sad it happened and it’s a shame

You want it all but you can’t have it
It’s in your face but you can’t grab it

What is it?
It’s it
What is it?
It’s it
What is it?
It’s it
What is it?
It’s it

What is it?
It’s it
What is it?
It’s it
What is it?
It’s it
What is it?

You want it all but you can’t have it
It’s in your face but you can’t grab it

¿Puedes sentirlo, verlo, oírlo hoy?

Si no puedes, entonces no importa de todos modos

Nunca lo entenderás porque pasa demasiado rápido

Y se siente tan bien, es como caminar sobre cristal

Es tan guay, tan moderno y tan bien

It’s so groovy, está fuera de vista

Puedes tocarlo, olerlo, saborearlo tan dulce

Pero no hay diferencia porque te hace caer de pie

Lo quieres todo pero no puedes tenerlo

Está llorando, sangrando, tirada en el suelo

Así que te acuestas en él y lo haces un poco más

Tienes que compartirlo, así que te atreves

Entonces lo desnudas y lo desgarras

Lo quieres todo pero no puedes tenerlo

Está en tu cara pero no puedes agarrarlo

Está vivo, asustado, una mentira, un pecado

Es mágico, es trágico, es una pérdida, es una victoria.

Es oscuro, es húmedo, es un dolor amargo

Es triste que haya pasado y es una pena

Lo quieres todo pero no puedes tenerlo

Está en tu cara pero no puedes agarrarlo

¿Qué es?

Es eso.

¿Qué es?

Es eso.

¿Qué es?

Lo es.

¿Qué es?

Lo es.

¿Qué es?

Lo es.

¿Qué es?

Lo es.

¿Qué es?

Lo es.

¿Qué es?

Lo quieres todo pero no puedes tenerlo

Está en tu cara pero no puedes agarrarlo

3 comentarios en «Epic. Faith No More»

  1. Eres increíble Marcos. Cada vez me dejas más boquiabierta con tus escritos. Me encantan.
    Mucha suerte en tu carrera, ya sabes que estaremos apoyándote en la distancia y que lo importante son las ganas que le pones. Un beso y suerte!!

  2. Joder Marcos has descrito la vida misma en una carrera de fondo, a veces cuesta arriba y otras más fácil. Me ha encantado. ❤️

Los comentarios están cerrados.