Tumbado a los pies de la cama, Ozzy, el viejo chucho color gris, perseguía en sueños alguna presa y movía las patas delanteras como si estuviera corriendo por los campos de su juventud entre encinas, pinos y alcornoques.
Su edad ya no le permitía correr y una artrosis le había dejado sus patas traseras inutilizadas. Sin embargo, cada noche, el perro corría en sus sueños y volvía a ser feliz.
Todavía en el mundo de los sueños, Ozzy había encontrado un rastro que se le había impregnado en su nariz y lo seguía con dedicación y paciencia. El rastro le había llevado hasta la base de una Jara decorada con multitud de blancas flores. En el mismo momento que su olfato le decía que la presa estaba justo allí, un ruido le sacó de su sueño.
El mismo reloj que le había despertado tantas veces, volvía a hacerlo una vez más. Ozzy sabía que cuando sonaba esa alarma, solo podía significar una cosa, el amo se iba a la montaña. El pobre ya se había acostumbrado, pero todavía meneaba el rabo de alegría al escuchar ese sonido que siempre había marcado el inicio de días de montaña, los que más le gustaban.
Después de la excitación inicial, Ozzy se percataba de que no podía bajar de la cama por sus maltrechas patas, así que se hacía una bola gris y suspiraba un par de veces antes de recuperar el sueño justo donde lo había dejado.
La persecución de Ozzy le había llevado hasta la misma madriguera y ahora se afanaba en escarbar con las patas delanteras para tratar de ampliar el minúsculo agujero por el que había entrado su presa. Mientras él movía sus patas delanteras encima de la cama soñando que sus fuertes zarpas iban ampliando el orificio, las patas del joven braco alemán de nombre Izzy, resbalaban en el parquet envejecido de la entrada de la casa causando un estruendo que casi consiguió despertar de nuevo al viejo chucho que ahora luchaba desesperado contra una madeja de sábanas donde antes solo había tierra.
Confundido y deambulando entre el mundo de los sueños y el mundo real, Ozzy volvió a abrir sus ojos para ver como el amo desaparecía por la puerta entreabierta seguida de Izzy que sujetaba con la boca la correa atada a su collar.
Como siempre, habían dejado la puerta entreabierta para que Ozzy pudiera salir al jardín a aliviar su abarrotada vejiga y aprovechar para darse un paseo por el jardín intentando recordar viejos olores que le transportaran a otros tiempos llenos de aventuras.
Definitivamente había perdido a la presa de sus sueños, así que, acuciado por su vejiga, descendió como pudo de la cama y con paso lento pero seguro se dirigió hacia la rendija que le habían dejado.
El pobre, al no percibir el inconfundible aroma de su peor enemigo, Zapato, un gato negro callejero que solía pavonearse en la misma puerta de Ozzy, lo que le hacía volverse loco corriendo, ladrando y echando espumarajos por la boca, se acercaba más a la puerta manchada con sus propias babas de años y doblaba con gran esfuerzo las patas delanteras para colocar la cabeza entre ellas y tratar de ver las negras garras del gato por debajo de la puerta.
Allí ya no estaban.
Al no poder ver ni oler a Zapato y después de haberse aliviado en el tronco del pino centenario, Ozzy dirigió sus pasos hacia la parte trasera donde durante años había discutido entre carreras de un extremo a otro de la valla por saber quién era el más rápido con su gran amigo Truco, un pastor alemán de pelo largo. En las últimas carreras Ozzy, a pesar de ser mayor, había conseguido vencer en varias ocasiones cuando la displasia de cadera de Truco empezó a causarle problemas en sus patas traseras y apenas le servían ya para impulsarse.
Un día dejó de salir y Ozzy le llamaba desde el otro lado de la valla, mientras el pobre Truco miraba por el ventanal de la terraza y se arrastraba con sus patas delanteras hasta el cuenco de agua que tenía a menos de un metro de su almohada.
Cansado de perseguir recuerdos, Ozzy hizo un último pis que le asegurara unas cuantas horas de tranquilidad y volvió a su manta situada junto a la chimenea que todavía guardaba algún rescoldo de la noche, se hizo de nuevo un ovillo, volvió a suspirar dos veces y recuperó el sueño tras un amanecer lleno de aventuras sin final.
Sabía que el amo no tardaría demasiado en llegar y en avivar la chimenea donde pasar el resto de la mañana hasta su paseo antes de la comida cuando, a pesar del frío invierno, el sol calentaba más. Hacía tiempo que habían dejado de ir al cerro donde tanto había disfrutado en su juventud y sabía que el paseo le llevaría al camino del bosque, mucho más asequible para sus maltrechas extremidades.
Así, con el aliento de los últimos rescoldos de la vieja chimenea, Ozzy miró alrededor para encontrarse una última vez con la mirada de la mujer que siempre sabía dónde tenía que rascarle.
Posó la cabeza sobre su regazo mientras ella tejía una bufanda de ganchillo de infinitos colores.
De vez en cuando, alertado por algún sonido, Ozzy volvía a mirar alrededor para comprobar que el tiempo se había detenido otra vez y que, a pesar de que el amo no había vuelto todavía de su paseo por la montaña, su cabeza seguía sobre ese regazo que acumulaba el calor de toda una vida de perros.
Sus párpados hinchados guardaban el último brillo de su mirada con un mensaje que solo la mujer con el pelo plagado de horquillas de colores y que sabía dónde rascar pudo comprender:
Voy a volver a verlo
Cuando el día haya terminado
Trataré de escribirte sobre la lluvia
Si ves a esos viejos amigos por ahí
Diles que les envío mi amor
¿Será esto el principio de algo?
¿Será el final?
¿Serán ambos?
Puedes barajarlo todo.
Boredom saturation
It’s a never ending clue
Isn’t just to fill the time
When there’s nothing else to do
She drove on out of New York
She had enough insane
And drivin’ just though Texas two days
She ended up in L.A.
Shuffle it all
Shuffle it all, yeah
Shuffle it all
Pack up your life again
A pile of records spread out
The covers still look good
Picture here a Peter Tosh’s
startin’ down and a smokin’ wood
My dog dreaming is running
I see him twitch a paw
My woman playing Dr. Mario
On the TV all night long
Shuffle it all
Shuffle it all, yeah
Pack up your bags again
It’s a long and winding road
Sure enjoy the view, yeah
If you want to see it
Just slow down
You’re so welcome to come along
Lookin’ for a tune to play
I’m gonna see it again
When the day is over
Try to write you ‘bout the rain
Feel the motors winding on
There ain’t no news
If you see those old friends out there
Tell them that I send my love
Wake up, time to leave again
Try to find my shoes
Put the luggage in the van
Roll up your Doctor Dolittle
Shuffle it all
Shuffle it all, yeah
Shuffle it all
Pack up your things again
Shuffle it all (Keep movin’ along)
Shuffle it all (Keep movin’ along)
Shuffle it all (Keep movin’ along)
Pack up your life again
Keep on shufflin’
Saturación de aburrimiento Es una pista interminable No es sólo para llenar el tiempo Cuando no hay nada más que hacer Ella condujo fuera de Nueva York Ya tenía suficientes locuras Y conduciendo por Texas dos días Terminó en Los Ángeles. Barajéalo todo Barajéalo todo, sí Barajéalo todo Empaca tu vida de nuevo Un montón de registros esparcidos Las portadas todavía se ven bien. Imagínese aquí un Peter Tosh's empezando hacia abajo y una madera humeante Mi perro soñando esta corriendo Lo veo mover una pata Mi mujer interpretando al Dr. Mario En la televisión toda la noche Barajéalo todo Barajéalo todo, sí Haz las maletas de nuevo Es un camino largo y sinuoso Seguro que disfrutas la vista, sí. Si quieres verlo Sólo reduce la velocidad Eres muy bienvenido a venir Buscando una melodía para tocar lo voy a ver de nuevo Cuando termine el día Intenta escribirte sobre la lluvia Siente los motores encenderse no hay noticias Si ves a esos viejos amigos por ahí Diles que te mando mi amor Despierta, es hora de partir de nuevo Intenta encontrar mis zapatos Pon el equipaje en la furgoneta. Enrolla tu Doctor Dolittle Barajéalo todo Barajéalo todo, sí Barajéalo todo Empaca tus cosas de nuevo Barajéalo todo (sigue avanzando) Barajéalo todo (sigue avanzando) Barajéalo todo (sigue avanzando) Empaca tu vida de nuevo Sigue barajando
¡Qué bonito cuento! ¿Te has pasado de la crónica al relato de ficción, o es que yo me he perdido algo?
¡Muy hermoso y muy evocador, anyway! 😊
Un abrazo fuerte.
Voy y vengo según me da. No te has perdido nada…por ahora.