La obsesión de Unai durante aquellas navidades fueron los villancicos. Campana sobre campana, los peces en el río, pero sobre todo el burrito sabanero. No perdía tiempo en las fiestas familiares y en cuanto podía se arrancaba a cantarla.
Lo malo es que los villancicos los cantaba en las fiestas familiares, en la cama, en la ducha, en el coche, cenando, comiendo, merendando y desayunando, de camino a la guardería, de vuelta de la guardería, en la compra y en cualquier momento que hubiera un silencio incómodo.
Como todas sus obsesiones, el tema de los villancicos se prolongó un poco más allá de la época navideña y a principios de febrero, todavía nos deleitaba con sus canciones a cualquier hora del día.

Us against the world
Nos acercábamos ya a la fecha posible de nacimiento de África y de nuevo habíamos decidido tenerla en casa. Esta vez fueron muchas las voces que se alzaron contra nuestra decisión. Las dos primeras experiencias, aunque habían salido bien, habían dejado un poso de miedo en toda la gente que nos quería y la mayor parte no estaba de acuerdo con nuestra idea de volver a parir en casa.
La frase más escuchada durante todos esos días fue: “Después de lo que pasó con Unai, no se cómo os atrevéis a volver a hacer lo mismo, estáis locos”. La presión social volvía a instalarse sobre nuestros hombros y aunque no teníamos el apoyo popular, nosotros estábamos convencidos de que todo iría bien.
El invierno en Alpedrete siempre es frío y aquel año lo fue más, así que debíamos prepararnos para el gran día. Esta vez alquilamos una bañera de partos porque Paula tenía en mente pasar la dilatación metida en la bañera calentita y si se encontraba bien no descartaba parir en el agua. Para el llenado de la bañera, compramos una manguera que adaptamos al grifo de la ducha para poder llegar hasta el salón que es donde iba a estar situada la bañera. Además de la bañera, hicimos buen acopio de leña para que llegado el día pudiéramos poner la chimenea a pleno rendimiento para tener el salón a una temperatura óptima.

El 11 de febrero de 2014 mi hermana Arancha cumplía 40 años y yo, con los nervios de la preparación del parto, no tenía ningún regalo para ella. A eso de las 5:00 de la mañana, Paula se despertó inquieta, no se encontraba cómoda en la cama y decidió dar una vuelta por la casa. No más de diez minutos más tarde, Paula se acercaba a la cama para despertarme y decirme que estaba de parto.
Rápidamente me levanté y llamamos a Jero que volvía a ser nuestra matrona de guardia. “Buenos días Jero, esto ha empezado”. Después de la llamada había que ponerse en marcha con todos los preparativos. Lo primero que hice fue reanimar la chimenea aprovechando que todavía mantenía algunos rescoldos de la noche anterior. Salí a la terraza a coger lo necesario y pude comprobar como los primeros copos de una intensa nevada empezaban a hacer su aparición. Coloqué unas pequeñas maderitas y unas cuantas piñas junto a las brasas todavía calientes y en un momento conseguí una buena fogata. Rápidamente, pasé a la fase II y me puse a inflar la bañera y a llenarla de agua. Para asegurarnos de que el agua estuviera bien caliente, añadí unas cuantas pavas con agua ardiendo.
Fuera, la nieve empezaba a cuajar y toda la urbanización se iba transformando en un gran manto blanco. Había que llamar a los que nos iba a ayudar en esta ocasión para que fueran viniendo antes de que la nieve les impidiera subir.
El primero en llegar fue Pichi, seguido de Edu, el hermano de Paula que se encargaría de la parte audiovisual y Ali que volvía a acompañarnos en unos momentos tan especiales.
Aunque las primeras fases de la dilatación, Paula las pasó en la bañera, llegó un momento que ya no estaba a gusto en las aguas calientes y prefirió cambiar de localización y fue a una de las habitaciones. Sobre las 06:30 llegó Jero para mi alivio y se hizo cargo de la situación. En la habitación, Jero hizo un tacto a Paula para ver de cuánto estaba dilatada. Tres centímetros. Al salir de la habitación, me dijo: “Solo está de tres centímetros, esto va para largo”. Mi respuesta la dejó un poco descolocada: “Da igual, va a nacer a las 09:15”
A eso de las 08:00, salí a sacar a Truja y mientras la paseaba aproveché para enviar un mensaje a mi hermana por el día de su cumpleaños. El mensaje era: “Muchas felicidades, te estamos haciendo el mejor regalo de cumpleaños que puedas imaginar, África está llegando”. Para mi, el hecho de que mi hija naciera el mismo día, pero 40 años después que mi hermana, era una sensación maravillosa y entonces pensé en mi madre que debería estar increíblemente feliz y orgullosa de haber parido a mi hermana y que justo 40 años después naciera una de sus nietas. Con la emoción a flor de piel por los acontecimientos y por poder regalar a mi hermana algo tan especial, volvía a casa, tras comprobar que Truja había hecho todo lo que tenía que hacer, para seguir atendiendo a Paula.
Cuando llegué, Paula ya estaba de nuevo instalada en el baño, sentada en el wáter mientras afrontaba las contracciones. Yo de nuevo, a su lado, le daba todo el apoyo del que era capaz y la acompañaba en cada momento, en cada contracción, en cada descanso.
Las primeras luces de la mañana empezaban a inundar la tranquilidad de la casa mientras los rugidos de Paula, cada vez más intensos, rompían el silencio. Esos mismos rugidos fueron los que alertaron a la señora que limpia las escaleras del portal cada mañana. Asustada por lo que escuchaba tras la puerta, decidió llamar para ver si estaba todo bien. Al abrir la explicamos que estaba naciendo África y más asustada aún nos dijo: “Pero, el médico, ¿hay un médico?”, Jero, con toda su naturalidad, suavidad y tablas, le respondió que ella era la doctora y que todo estaba bien.
Mientras las contracciones seguían una tras otra sin descanso para Paula, el pequeño Unai se despertó y como no podía ser de otra manera, después de desayunar, comenzó con sus villancicos. Después de un buen rato de aguantar al burrito sabanero y “apana sobre apana”, Paula ya no podía más, tanta canción la desconcentraba y no era capaz de seguir con el proceso. “Pichi, cógete a Unai y llévale a la guardería”. Aunque la idea inicial era que los dos niños estuvieran presentes en el parto de su hermana, Unai rompía toda la atmósfera de concentración y tranquilidad que necesitábamos, así que lo mejor era deshacernos, de manera cariñosa, del pequeño elemento perturbador.
En el momento de salir Pichi y Unai se encontraron ya con la mayor parte de las calles del pueblo nevadas provocando las típicas estampas invernales: niños tirándose bolas, recopilando nieve para hacer un muñeco, quitando la nieve de los cristales de los coches y resbalando por las cuestas más empinadas del pueblo. No podía haber un día más perfecto, imposible.
La solución de sacar al trovador de casa dio resultado y el parto empezó a acelerarse. A pesar de que el cuarto de baño es pequeñito, allí estábamos Paula, que ya había adoptado su posición a cuatro patas, Jero que estaba apoyada en el borde de la bañera y yo que acariciaba la cara de Paula con mis manos. De nuevo la misma pregunta: “¿Empujo?” seguida de la misma respuesta, “Si tienes ganas de empujar, empuja”.
Después de varias contracciones muy fuertes, salió la cabeza de África y breves momentos después el resto del cuerpo. La niña salió velada, es decir con la bolsa amniótica íntegra. Al principio, me llamó mucho la atención, pero Jero no dejó que diera tiempo a sentir miedo y enseguida pellizcó la bolsa que se rompió encima de la toalla que teníamos colocada en el suelo y nos permitió ver bien a nuestra primera hija. Los mitos y leyendas dicen que los niños que nacen velados tienen fortuna y protección para toda la vida, pasados unos años, yo más bien creo que la fortuna fue nuestra por tener una hija con un corazón de oro.
Con los gritos de la madre y los lloros de la niña, Ibón se despertó para acercarse con cierto sigilo a ver qué había pasado. La sorpresa de la niña no llamó tanto su atención como el hecho de que fuera estuviera nevando con fuerza y dentro… ¡Había una piscina en el salón! Después de desayunar bien y de buscar ropa de invierno, Ibón esperó pacientemente a que llegara su tío Pichi. El pobre Pichi, había vuelto a perderse el parto. Con Ibón no le dio tiempo a llegar desde Pirineos, con Unai estaba haciendo la cama y con África le mandamos fuera justo en el momento en el que nació la niña. Eran las 9:15 de la mañana, igual que sus dos hermanos.
Después de superar la decepción de no haber podido estar presente una vez más, mandamos a Ibón y a Pichi a comprar algo de desayuno para todos y a disfrutar del increíble paisaje que la nieve había ido garabateando sobre los árboles y el suelo. La Virgen de las nieves había querido recibir a África y lo había hecho de la manera más maravillosa posible. Ese día, no se me olvidará jamás.
Como ya sabéis todos lo que me habéis venido leyendo, todavía faltaba la parte más conflictiva, el alumbramiento de la placenta. La primera vez tardó mucho y la segunda nos causó problemas aún más graves, así que había que estar muy atento a los siguientes minutos. En esta ocasión, la placenta tardó muy poco en salir y ante nuestros ojos pudimos esta vez, una placenta perfecta. Estaba perfectamente completa, forma perfecta, color perfecto, todo perfecto y con forma de corazón.
Paula se recuperó muy rápidamente y todas las presiones y los miedos fueron desapareciendo con el olor de recién nacido y de bollería recién hecha, que acabó por llenar la casa de alegría y amor.
Aunque la bañera se había quedado fría, Ibón aprovechó y, metiendo unas cuantas pavas más de agua caliente, decidió bañarse en la maravillosa piscina que tenía en el salón de casa- Al final fue el que más provecho sacó a la piscina.
El parto de África fue maravilloso, todo salió bien y Paula pudo curar “las heridas espirituales” que le habían producido sus dos primeros partos. África había venido para sanar y su primera paciente fue su propia madre que se reconcilió con sus placentas y con sus anteriores partos. En cierta manera, también me había sanado a mi porque a pesar de mantener siempre la compostura y de confiar y confiar, en el fondo temía que cualquier cosa pudiera pasar. África nos enseñó a confiar y nos dio la satisfacción de saber que podíamos hacerlo.
Después del desayuno, con Ibón ya seco, Paula daba su primera teta a África, disfrutando de la sensación y dejándose llevar por la oxitocina que su propio cuerpo generaba. Mirar esa pequeña cara, levantar la mirada y verse rodeada de la gente que la quiere, repasar mentalmente el parto y pensar que de nuevo “había sido suyo”, eran todas sensaciones que la llenaban de paz y felicidad reflejadas en una sonrisa calmada pero infinita. En un momento dado, atravesando uno de esos momentos de lucidez que todos los subidones provocan, Paula miró por la ventana y exclamó: “¡¡Pero si está todo nevado!!”
Esta vez también pudimos hacer video, en esta ocasión no tan explícito como el de Ibón, pero igual de emocionante. El video fue realizado por Edu y es sencillamente precioso. Os lo dejamos para que podáis verlo.
Conocí a Coldplay el año que sacaron su primer disco, 1999, año que pasé en tierras británicas. La canción del momento era Yellow que no dejaba de sonar en todas las emisoras y cuyo video no paraba de salir en las grandes plataformas de videos.
Empecé a seguirles ahí y lo he hecho desde aquellos días Londinenses. En 2012 Paula y yo tuvimos la suerte de ir a verles al desaparecido Vicente Calderón. La tarde no empezó demasiado bien porque una enorme tormenta descargó en Madrid. Nosotros que ya estábamos en el estadio, decidimos refugiarnos bajo unas escaleras que daban acceso a la grada desde el césped y hechos un ovillo capeamos la tormenta. Media hora antes de empezar el concierto, el cielo se abrió y dio paso a una espectacular noche de primavera que puso la alfombra roja para el grupo inglés, y no defraudaron.

La canción de esta semana aparece en su quinto disco Mylo Xiloto. Para Paula y para mí, se convirtió en una especie de canción protesta contra la falta de confianza que habíamos tenido que superar, pero además se trataba de reivindicar una forma de vida, la nuestra. Por muchos comentarios tachándonos de locos y por mucho miedo que los demás tuvieran, nosotros decidimos mantenernos fieles a nuestras ideas, apoyarnos en el uno en el otro, protegernos el uno al otro y creer el uno en el otro. Esta canción define este pensamiento a las mil maravillas, no nos importaba estar contra el mundo, si éramos capaces de permanecer unidos, lo demás era ruido exterior que éramos capaces de dejar de escuchar. Durante esos meses aprendimos que si estábamos juntos no había fuerza en el mundo capaz de pararnos, y que, si debíamos estar contra el mundo, contra las opiniones, creencias o supersticiones, estaríamos bien.
Además de la parte reivindicativa de la canción, la parte melódica acompaña de manera sublime a la letra, y por eso, es otra de esas canciones que hace que se me escapen las lágrimas sin poder yo controlarlas y, cada vez que la escuchó, mi cabeza se llena de imágenes nevadas, olor a croissant recién horneado, orgullo por haber sido capaz de mantenernos firmes en nuestros ideales y una felicidad absoluta por tener a África en nuestros brazos.
Oh, morning
Come bursting
The clouds amen
Lift off this blindfold, let me see again
Bring back the water that your ships roll in
In my heart she left a hole
The tightrope that I’m walking just sways and ties
The devil as he’s talking with those angel’s eyes
And I just want to be there when the lightning strikes
And the saints go marching in
And sing
Slow it down
Through chaos as it swirls
It’s us against the world
Like a river to a raindrop
I lost a friend
My drunken hazard Daniel in a lion’s den
And tonight I know it all has to begin again
So whatever you do, don’t let go
And if we could float away
Fly up to the surface
And just start again
Lift off before trouble
Just erodes us in the rain
Just erodes us in the rain
Just erodes us
And see roses in the rain, saying
Slow it down
Slow it down
Through chaos as it swirls
It’s us against the world
Through chaos as it swirls
It’s us against the world
Oh, la mañana
Ven a reventar
Las nubes amén
Quítame esta venda, déjame ver de nuevo
Devuelve el agua en la que ruedan tus barcos
En mi corazón ella dejó un agujero
La cuerda floja que estoy caminando sólo se balancea y se ata
El diablo mientras habla con esos ojos de ángel
Y solo quiero estar ahí cuando el rayo caiga
Y los santos van marchando
Y canten
Aminora la velocidad
A través del caos mientras se arremolina
Somos nosotros contra el mundo
Como un río a una gota de lluvia
He perdido un amigo
Mi peligro borracho Daniel en la guarida del león
Y esta noche sé que todo tiene que empezar de nuevo
Así que hagas lo que hagas, no lo dejes ir
Y si pudiéramos flotar
Volar hasta la superficie
Y empezar de nuevo
Despega antes de que los problemas
Sólo nos erosiona en la lluvia
Sólo nos erosiona en la lluvia
Sólo nos erosiona
Y ver las rosas en la lluvia, diciendo
Despacio, despacio
Despacio, despacio
A través del caos mientras se arremolina
Somos nosotros contra el mundo
A través del caos mientras se arremolina
Somos nosotros contra el mundo

1. Jealous Guy. John Lennon.

2. Moonlight Shadow. Mike Oldfield

3. Siempre estás ahí. Barón Rojo

4. Cantante urbano. Topo

5. Here I go again. Whitesnake

6. Blood on blood. Bon Jovi

7. We´ll burn the Sky. Scorpions

8. Kayleigh. Marillion

9. Cum on feel the noize. Quiet Riot

10. Can´t Stop this feeling. REO Speedwagon

11. Luanne. Foreigner

12. Hysteria. Def Leppard

13. Heaven Tonight. Waysted

14. Dreams. The Cranberries

15. Summer of ´69. Bryan Adams

16. Making Believe. Social Distorsion

17. You Shook me all night long. AC/DC

18. Kiss me deadly. Lita Ford

19. Descending. The Black Crowes

20. Special. Garbage

21. Salir. Extremoduro

22. Unfinished Sympathy. Massive Attack

23. Romeo and Juliet. Dire Straits

24. Sometimes. James

25. La leyenda del tiempo. Camarón

26. Pure. Lighting Seeds

27. Malandragem. Cassia Eller

28. Black. Pearl Jam

29. Un suspiro acompasado. Robe

30. Disarm. Smashing Pumpkins

31. Voglio vederti danzare. Franco Battiato

32. Shame on you. Gun

33. One Headlight. The Wallflowers

34. Missing you. John Waite

35. Bat Out of Hell. Meat Loaf

36. By your side. Sade

37. King George. Dover

38. Bobby Jean. Bruce Springsteen

39. Échale, échale. Mártires del Compás

40. So in love with you. Texas

41. Us against the world. Coldplay

42. Sandstorm. Darude

43. Sweet Child O´Mine. Guns and Roses

44. Don´t Stop believing. Journey

45. What you give. Tesla

46. Times like these

47. So Long Marianne. Leonard Cohen

48. Next to me. Imagine Dragons

49. Lo bueno y lo malo. Duquende

Estar en la sala de espera de extracciones llorando a moco tendido… Me daban ganas de explicar a la gente que me miraba que era de emoción, que no me pasa nada!
Otra semana más calando hondo…
Grandioso Spach
Jajajajajaja, vaya espectáculo!!! Muchas gracias Anita!!!
Precioso relato, precioso vídeo, preciosa canción. No se lo enseño a mi mujer, porque aunque ya decidimos (decidió) que nos plantábamos en la parejita, me veo que con esto nos pondríamos a por otra criatura…
Y vosotros, ante la presión social, más difícil todavía: ¡en el agua! ¡Y haciendo el pino puente! 😂😂😂 ¡Cracks! Ahora en serio, nada sienta mejor que ser fieles a nuestros principios (y más cuando el tiempo nos da la razón). Dicen que el arrepentimiento más común al final de nuestras vidas es no haber hecho lo que queríamos en vez de lo que otr@s esperaban de nosotr@s, pero estoy seguro de que eso a vosotros no os va a pasar. ¡¡Grandes!! (¡sobre todo Pauli, menuda campeona! 😘😘)
Un abrazo fuerte.
Yo te veo bien para otro…Otro abrazo para ti!!!!
Que bonita la historia…..me encantó lo de la placenta de África con la misión de la sanación, sin duda así es!!!! muchas gracias por hacerme llorar una vez más de emoción y enhorabuena por ser así de auténticos y fieles a vuestros principios ,lo de los partos a las 9.15h también tendrá su explicación….los números dicen todo!!!
Gracias gracias y gracias un gran abrazo!!!!🧚♂️🧚♂️🧚♂️
Aupa esa súper familia!!!!
☃️🏕💜
Nunca le hemos buscado explicación a lo de la hora pero efectivamente quizás tenga alguna.
Gracias a ti por leerlo, por emocionarte y por contarlo!!!
Que quede constancia que fue el único año que mi hermano no tenía mi regalo de cumpleaños preparado, pero con el súper regalazo de ese año, ya tengo para los cumpleaños que me queden por delante.
Jajjajajajajaja, viva el sarcasmo!!!!
Me ha encantado también este capítulo. Se te ha olvidado contar que cuando África abrió los ojos por primera vez, Ibón dijo muy sorprendido: ¡qué ojos tan hondos! Era verdad, tenía los ojos muy azules y muy profundos. Me llamó mucho la atención, porque era muy pequeño para ser tan observador.
Muchas gracias, son unos recuerdos muy bonitos.
Maravilloso, maravilloso.
Os admiro tanto…